Edición

Borrar
Díaz Berbel, junto a Álvarez Cascos, en un acto hace once años. /G. M.
El exalcalde de Granada Gabriel Díaz Berbel pide la baja del PP
carta

El exalcalde de Granada Gabriel Díaz Berbel pide la baja del PP

En la misiva lamenta que únicamente se le tenga en cuenta a la hora de enviarle "algún panfleto de botafumeiro" o invitarle a acudir de "simple palmero"

IDEAL Y EFE

Martes, 4 de enero 2011, 17:03

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El exalcalde de Granada Gabriel Díaz Berbel ha solicitado a través de una carta remitida al presidente provincial del PP granadino, Sebastián Pérez, su baja como militante en este partido en el que ha militado durante más de 20 años.

En la misiva lamenta que únicamente se le tenga en cuenta a la hora de enviarle "algún panfleto de botafumeiro" o invitarle a acudir de "simple palmero" en alguna de las visitas "de los que llamáis líderes del partido". Díaz Berbel, que fue presidente provincial del partido, ve esta situación "vejatoria, desagradecida e injusta" tanto por Pérez como "por el resto de la camarilla que le rodea", precisa la carta, en la que ruega que se den "las órdenes oportunas para que desaparezca su nombre de todos los registros de militancia".

Díaz Berbel inició su militancia en el PP en 1981, año en que también fue presidente provincial, cargo en el que se mantuvo durante siete años. Ganó tres elecciones municipales a la alcaldía de Granada, aunque sólo consiguió gobernar entre 1995 y 1999, ha pertenecido a la Comisión de Control de CajaGranada, ha sido miembro de la Junta Directiva Nacional y vicepresidente regional de su partido.

Carta de Díaz Berbel

"Aunque a estas alturas no sé cual es mi condición, si soy militante o no, lo cierto es que únicamente se me tiene en cuenta a la hora de enviarme algún panfleto de butafumeiro o se me invita a acudir de simple palmero en alguna de las visitas de los que llamáis líderes del partido.

Ante esta situación que considero vejatoria, desagradecida e injusta tanto por ti, como por el resto de la camarilla que te rodea, te ruego des las órdenes oportunas para que desaparezca mi nombre de todos los registros de militancia o pertenencia al partido al que he consagrado muchos años de mi vida, patrimonio, familia, amigos y un largo etcétera.

Créeme que esta decisión no es plato de buen gusto, y que jamás hubiese pensado que la iba a tomar sobre todo estando tú al frente de la formación a la que con tanto entusiasmo y dedicación me he entregado a lo largo de más de 20 años.

Veo que de nada ha servido el haber sido, en algunos momentos, tu defensor en situaciones que hubiesen desembocado en el final de tu carrera. Siempre he tenido presente la petición de tu padre, persona honorable donde las haya habido, de velar por tu futuro político. Ahora veo que no era necesario mi esfuerzo, aunque tú lo has conseguido aun con métodos muy distintos. El colmo de los colmos, en lo que se refiere a la gente instalada por distintos métodos en los órganos de decisión del partido, ha culminado con la salida obligada y por vergüenza de alguien como Francisco Álvarez Cascos, auténtico artífice de la primera victoria del Partido Popular en España y persona que en sus valores está a años luz de una cúpula que, posiblemente le corresponda la responsabilidad de gobierno, que en modo alguno se merece por sí misma. Yo escucho la calle y puedo asegurarte que aunque llegara esa victoria basada en el fracaso del oponente, no será ni justa ni duradera. No sé hasta cuándo dependerán los representantes del partido de decisiones que se adoptan en despachos o en restaurantes, siendo los Comités Electorales una auténtica payasada a la que se presta algún que otro honorable a cambio de una mísera prebenda.

Auténtica tristeza me causa el papel de los representantes parlamentarios de nuestra maltrecha Granada en las Cortes Generales, pues quitando alguna intervención puntual de Concha de Santa Ana, creo que el presupuesto de tinta en el Diario de Sesiones de ambas Cámaras no hubiese sufrido variación alguna si nuestros representantes en Madrid, incluyéndote a ti mismo, se hubiesen quedado en casa cobrando su sabrosa paga y eso que en estos momentos es el partido de la oposición.

Comprenderás que son razones más que justificadas para dar este importante paso en mi vida, ya que este Partido Popular no es el que yo soñé desde 1981 y al que desde entonces he entregado todas mis fuerzas".

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios