Güéjar pide zona catastrófica

Mal asunto cuando la expresión '¡virgen santísima!' se repite reiterativamente y no estamos en una procesión o similares. Eso es lo que ocurría ayer en el paraje del Charcón, en el término municipal de Güéjar Sierra: las lluvias torrenciales han derrumbado una parte de la montaña, que, de paso, ha convertido en mantequilla la plataforma del antiguo tranvía de Sierra Nevada. El resultado es que el camino ha quedado completamente cortado a causa de un boquete de unos 20 metros de largo. Por allí mismo discurre el Genil, que en estas fechas baja tan bravo que no es un río propiamente dicho, sino una jauría de agua con las fauces abiertas y dispuesta a comerse cuanto aparezca a su paso. De hecho, se ha zampado los cimientos del muro del puente.

Si hablamos del Charcón no nos referimos a un lugar cualquiera, sino a lo que en Güéjar Sierra consideran su joya de la corona. Es una zona de enorme belleza paisajística, muy transitada no sólo por los vecinos del lugar, sino por miles de excursionistas y gentes que desean dar un paseo para llenar sus pulmones de oxígeno y de naturaleza. Los fines de semana es un hervidero, y de ello da fe el hecho de que en esta parte, ya separada del casco urbano, se haya levantado un buen número de restaurantes y áreas recreativas.

Según anunció ayer el alcalde, José Antonio Robles, el Ayuntamiento de Güéjar Sierra celebrará hoy un pleno extraordinario para instar a la declaración de zona catastrófica. El primer edil confía en que pronto puedan llegar ayudas de la Diputación, la Junta y el Gobierno central capaces de paliar el desaguisado.

Los trabajos de restauración no van a ser fáciles: habrá que desviar una parte del curso actual del Genil para poder trabajar en condiciones mínimamente seguras. Y tampoco van a ser rápidos: pueden alargarse al menos durante dos meses dada la envergadura del hundimiento, según cálculos del alcalde.

Con este suceso, ha quedado cortado el acceso tradicional a la zona del barranco de San Juan. Hay dos negocios -en concreto, dos restaurantes- que han quedado completamente aislados por encima del corte y que van a pasar formidables dificultades económicas a causa de la falta de clientela: nadie puede pasar por allí.

Los especialistas atribuyen el hundimiento a dos causas claras. Por un lado, al tremendo incremento del caudal del Genil a causa de las incesantes lluvias de las últimas semanas, que se ha llevado por delante el muro que sostenía el puente. Y por otro, el corrimiento del talud situado por encima de esta estructura, que ha acabado por dar al traste con todo.

Por lo demás, el aspecto de los alrededores es dantesco: docenas de árboles abatidos por el viento y la lluvia han quedado atravesados en el río. Y también una casa situada en las cercanías ha visto cómo ha caído un muro de protección y se encuentra en zona verdaderamente muy peligrosa.

Además de este grave problema, en Güéjar Sierra la lluvia ha hecho más estragos. Justo al lado de la plaza central del pueblo, el Ayuntamiento ha tenido que demoler una casa que estaba en ruinas por desidia de sus dueños. Las nevadas habían acabado por convertir el inmueble en un peligro para los viandantes. Según José Antonio Robles, el propio Ayuntamiento procederá en breve a hacer lo mismo en otras casas ruinosas. «Al final, acabaremos siendo una empresa de demoliciones más que un Ayuntamiento», se lamenta.

Corte en Alfacar

El prolongado temporal de lluvia ha hecho de las suyas en otros puntos de la provincia. Uno de ellos es Alfacar, donde llevan una semana con la carretera de acceso cortada. Lo peor es que se trata de la principal vía de entrada y salida. Ayer, el PP acusó a la Diputación -titular de la carretera- de ineficaz por no haber hecho aún ningún trabajo de emergencia para arreglar la situación.

«No se da respuesta ni se sabe cuándo se va a ver operarios trabajando en esta carretera, que parece tercermundista. Parece que nuestro pueblo estuviera relegado al olvido», se lamentó el PP.

La Alpujarra, en mantillas

La comarca de la Alpujarra es una de las más castigadas por el temporal. Ayer, Izquierda Unida criticó la «dejadez absoluta» en que está sumida esta zona de Granada y culpó de ello principalmente a la Junta de Andalucía.

Numerosos pueblos de la Alpujarra están con el agua al cuello, informa Rafael Vílchez. Hay un tramo de nueva carretera entre Ugíjar y Yátor que no acaba de ponerse en servicio, algo que nadie entiende. Muchos pueblos de la comarca sufren graves problemas de suministro de agua. Ugíjar, por ejemplo, sólo tiene cinco horas de agua al día.

En Albondón, por ejemplo, en la pasada Nochevieja se produjeron nada menos que sesenta cortes de luz, y hasta hubo quien tuvo la paciencia de contarlos.