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El camerunés Marc Vivien Foe cayó fulminado en el campo en un partido en Lyon. / AP
Deportistas con corazón de cristal
SOCIEDAD

Deportistas con corazón de cristal

Un estudio genético pionero en España analiza el riesgo de muerte súbita entre personas que practican ejercicio físico

R. HERRERO

Martes, 6 de octubre 2009, 03:17

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Los casos de los futbolistas del Espanyol, Dani Jarque, y del Sevilla, Antonio Puerta, en el transcurso de los dos últimos años provocaron que tuviera una gran repercusión mediática la muerte súbita cardiaca mientras se practica algún deporte. Algunas estimaciones, aunque no se trata de datos fiables según los expertos, cifran entre 30 y 40 el número de personas que practican algún deporte y que fallecen al año en España por esta causa.

«Desconocemos la incidencia real de la muerte súbita en nuestro país, pero antes hay síncopes y presíncopes y es donde necesitamos detectar los casos para actuar clínicamente», explicó Antonio López-Farré, jefe de la Unidad de Investigación Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

El Servicio de Cardiología del mencionado centro sanitario, con el respaldo de la Fundación BBVA, ha puesto en marcha un estudio pionero para analizar el riesgo genético de muerte súbita cardiaca entre los deportistas, para prevenir consecuencias trágicas como las de los jugadores de fútbol inicialmente mencionados, o los casos del húngaro Miklos Feher o el camerunés Marc Vivien Foé.

El proyecto se está llevando a cabo con un secuenciador genético de última generación, que ya funciona a pleno rendimiento, y cuyo objetivo es identificar alteraciones genéticas asociadas a la muerte súbita cardiaca en deportistas. En el estudio desarrollado están participando activamente los futbolistas del Atlético de Madrid, que colabora en el proyecto con los jugadores de su plantilla en todas sus categorías, incluidas las infantiles.

Útil para todos

Según explicaron López-Farré y Carlos Macaya, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos, en España existen otros secuenciadores genéticos similares, pero el utilizado en el novedoso estudio es el único dedicado monográficamente al estudio de las alteraciones ligadas a la muerte súbita. Además, tiene implicaciones tanto en investigación básica y clínica como en la asistencia sanitaria y el análisis epidemiológico.

Los destinatarios de este estudio no son únicamente los deportistas profesionales, sino los más de 6 millones de deportistas federados y más de 12 millones de personas que practican deporte. La investigación, que comenzó el pasado mes de mayo y servirá para desarrollar una base de datos en la que se identifiquen las anomalías más prevalentes en un grupo considerado de población sana, como son los futbolistas, ha analizado hasta ahora los genes de 85 deportistas (65 hombres y 20 mujeres), quienes se han ofrecido voluntarios para participar en esta iniciativa, abierta tanto a adultos como a niños.

En cada caso se efectúan distintas pruebas en función de las posibles alteraciones. Los promotores del estudio destacaron que a través de los deportistas se van a detectar más casos. Y es que, al tener un origen genético, cuando se confirme una alteración se ofrecerá el mismo análisis a los familiares del deportista con alteración genética.

Para el doctor José María Villalón, jefe de los servicios médicos del Atlético de Madrid, el objetivo de estas pruebas, que se practican a partir de muestras de sangre o saliva, es prevenir nuevos casos de muerte súbita. Con estos test genéticos, arguyó, cuya práctica recomendará a los responsables de competiciones como los Juegos Olímpicos, se podrían detectar «el 80% de las mutaciones genéticas con cardiopatía congénita que pueden acabar en muerte súbita».

Código 33

Entre otros pacientes, con la adquisición del secuenciador genético se benefician aquellos incluidos en el denominado Código 33. Este código implica que el Samur traslada los casos de síncope o presíncope por esfuerzo físico directamente al Hospital Clínico de Madrid, donde el servicio de urgencias atiende clínicamente al deportista y se le ofrece la posibilidad de realizarles un estudio genético. Aparte de su atención cardiológica básica, como pruebas de esfuerzo y electrocardiogramas, a los pacientes incluidos en el Código 33 se les hace una identificación genética de posibles alteraciones asociadas a patologías que puedan provocar una muerte súbita cardiaca.

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