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El milagro de Fray Leopoldo de Alpandeire
GRANADA

El milagro de Fray Leopoldo de Alpandeire

El capuchino llega a la recta final para ser nombrado beato por el Papa. El proceso certifica la curación de una mujer enferma de cáncer

JAVIER F. BARRERA |

Lunes, 22 de junio 2009, 22:49

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«Como el Padre Pío... Como el Padre Pío». Esta frase simple compuesta de cuatro palabras, repetida para ganar en énfasis, fue el punto culminante con el que Andrea María Erba, obispo emérito de la diócesis de Velletri, resumió la veneración que en Granada se profesa a Fray Leopoldo de Alpandeire.

Por así explicarlo, por amplificar la imagen, el Padre Pío brilla en lo más alto del top-ten de los santos y aglutina ingentes masas de fieles, solo comparables a las peregrinaciones a la Virgen de Lourdes o a la Virgen de Fátima. Yesta imagen, precisamente, es la que el obispo emérito tuvo a bien utilizar para explicar en el Vaticano a sus eminencias la devoción que se profesa en Granada a Fray Leopoldo.

El Padre Pío, que falleció en 1968, fue un religioso capuchino y santo italiano. Taumaturgo famoso por los hechos sobrenaturales que se le atribuyen, como estigmas, curaciones, bilocaciones y lectura de conciencias a los que iban a confesarse con él, informa la Wikipedia. Su funeral fue multitudinario, ya que se tuvo que esperar cuatro días para que la multitud de personas pasara a despedirse. Se calcula que más de 100.000 personas participaron del entierro. Hoy en día, el Templo del Padre Pío, en San Giovanni Rotondo (Italia) recibe miles de visitas y de peregrinaciones de fieles que buscan su intercesión.

La semejanza entre el Padre Pío y nuestro Fray Leopoldo radica, más allá de ser ambos Padres Capuchinos, en la veneración que se les profesa tras su muerte y que el de Alpandeire, como ya lo fuera por el Papa Juan Pablo II el de Pietrelcina, se encuentra en la recta final hacia su beatificación.

Dos piezas y un santo

Brevemente, una beatificación necesita dos piezas:un proceso que demuestre la santidad de la persona y un milagro acreditado. Fray Leopoldo, al menos, obró un milagro. Así está siendo dictaminado por todas y cada una de las comisiones encargadas por velar y certificar el proceso de beatificación de Fray Leopoldo. Ylo están dictaminando con asombrosas mayorías absolutas. Por unanimidad.

Fuentes autorizadas de la causa de beatificación adelantan que el milagro de Fray Leopoldo es la curación de una mujer que padecía un cáncer letal. Al tratarse de un cáncer la mujer había sido convenientemente tratada por los médicos. Había recibido todo tipo de tratamientos y contaba con un completo expediente médico.

El tipo de cáncer era uno de los más perniciosos, un lupus y, tras el encomiable esfuerzo del equipo médico y de la propia paciente, el cáncer ganó la partida y esta mujer fue desahuciada. La muerte le estaba esperando a la vuelta de la esquina.

No desistió. Esta mujer, moribunda, decidió pedir ayuda a Fray Leopoldo. Como no era de Granada, se trasladó en tren -los fuertes dolores hacían totalmente inviable un desplazamiento en coche-. Fue sometida a un tratamiento especial para el viaje, que consistía en un cóctel químico de medicinas combinado con un tratamiento para el dolor, que en esta etapa final de la enfermedad eran insufribles. La mujer viajó a Granada y llegó hasta la cripta de Fray Leopoldo de Alpandeire. A partir de este día, sin explicación médica alguna, la mujer empezó a sanar. Fuentes vinculadas a los Capuchinos explican que muchos milagros puede que sean milagros, pero un proceso de santificación debe certificar la existencia del milagro. «Yen este caso, como la mujer padecía esta larga enfermedad y tenía un completo expediente médico, se ha podido ahora demostrar que no había causa médica alguna para que la mujer hubiera podido sanar».

Ypor esta razón, el proceso de beatificación sigue adelante. «El pasado 29 de enero de 2009, la consulta médica aprobó por unanimidad (cinco de cinco), el milagro presentado por la Vicepostulación para la Beatificación de Fray Leopoldo. La consulta médica del Dicasterio estudió el caso clínico presentado por la Vicepostulación de la Causa del Venerable Fray Leopoldo de Alpandeire para su Beatificación», se recoge en el acta.

Siguientes pasos

Pero se ha seguido avanzando. Dos meses después, el 20 de mayo, también el Colegio de Teólogos de la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos, en el Vaticano, con siete miembros, «se aceptaba el hecho milagroso, por lo que los siguientes pasos serán el visto bueno de la Comisión de Obispos y Cardenales y, finalmente, la firma del Papa Benedicto XVI», deja escrito la misma fuente.

Esto es, estamos en el sprint final. Yla carrera sonríe de parte de Fray Leopoldo. «Nunca, nunca, nunca, una Comisión de Obispos y Cardenales ha rechazado un dictamen del Colegio de Teólogos de la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos». La traducción. En cuanto los vericuetos vaticanos se conjuren a favor de Fray Leopoldo, la Comisión de Obispos y Cardenales votará afirmativamente como viene haciendo desde hace un buen puñado de siglos y el Papa Benedicto XVI firmará la beatificación de Fray Leopoldo. Un proceso burocrático sencillo equiparable a cuando el Rey de España sanciona con su firma las leyes aprobadas por el Parlamento.

Tras la beatificación, que será la primavera que viene, comienza el proceso final, que es el de santificación. Tiene que acreditar otro milagro para ser santo. Esta situación se estudia en esta nueva etapa en la Congregación para la Causa de los Santos.

Y el nuevo milagro, en este caso, el segundo, tiene que pasar por el proceso anterior.

Una vez que recibe todos los parabienes este segundo milagro, será entonces cuando en Granada nos tengamos que acostumbrar a dejar de decir Fray Leopoldo y empezar a prepararnos a nombrarle como San Leopoldo de Alpandeire.

Gracias a los comentarios corregimos un error. El lupus no es un cáncer, es una enfermendad autoinmune degenerativa.

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