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GRANADA: Las distancias rotas

Motril: Los 'Sanitex'. Juntos, pero no revueltos

Los granadinos han establecido particulares relaciones con sus carreteras por el retraso acumulado en todos estos años. Estas son algunas de las historias que han ido dejando en el asfalto y que con la llegada del progreso ya nunca volverán

JAVIER F. BARRERA |

Domingo, 14 de junio 2009, 12:30

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A veces hay que pararse. Un lugar recomendable es el puente de Tablate, el original, el de la Virgen, el de la antigua entrada a la Alpujarra mítica, el de la Venta de las Angustias, que falleció al igual que su gemela del Molinillo.

Ahí mismo, con la chicharra y el silencio -quién lo diría antes- solo se sienten los fantasmas del pasado y la soledad. Como la de la señal que califica el paraje como «pintoresco» o la de más arriba que señala la dirección carretera abajo a la «Costa del Sol Granadina».

Sí. Es la carretera de la Costa, la ruta de los Sanitex, la que con la finalización de la autovía pasa a la historia. O la revive.

Veamos. Abajo, en la Costa, se puede comprobar en los bares de Motril que la apertura, finalmente, de la autovía que une Motril con Granada en 40 minutos, lleva a los motrileños a recuperar del baúl de los recuerdos la palabra Sanitex, despectivo con el que los motrileños referían a los granadinos que venían a la playa y, más o menos, su gasto se reducía a un par de botellas de esta gaseosa.

Sus conclusiones, pintorescas como el paraje anterior se pueden resumir en dos frases: «La autovía es para que los motrileños vayamos a Granada (no se contempla que también pueda ocurrir que los granadinos bajen a Motril. ¡Claro está!). Caso de que se contemple, se aplica el clásico precepto y a otra cosa: «Juntos pero no revueltos. Vayamos a pollas».

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