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Erika Lust empezó a rodar cine porno para mujeres porque no se sentía identificada con el que había hasta entonces. / IDEAL
«Cuando vi porno por primera vez no fue amor a primera vista»
ERIKA LUST DIRECTORA DE CINE PORNO Y ESCRITORA

«Cuando vi porno por primera vez no fue amor a primera vista»

La realizadora de cine para adultos defiende un género destinado a las mujeres ante el machismo pornográfico

JUAN LUIS TAPIA

Jueves, 5 de marzo 2009, 03:09

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Erika Lust, de origen sueco y residente en Barcelona, ha conseguido forjarse un nombre en la industria del espectáculo como productora, directora, autora, feminista, innovadora y comentarista. Y sobre todo por su defensa de un cine porno para ellas, lo que le ha valido las críticas de algunos sectores feministas. Autora de 'Porno para mujeres' (Ed. Melusina) esta licenciada en Sociología y Ciencias Políticas rompe con todos los moldes del cine de adultos y propone una mirada más natural.

-¿Qué le gusta ver a las mujeres en el porno?

-Es más importante destacar lo que no nos gusta ver. Porque para una mujer moderna los estereotipos de personajes que los hombres de la industria del cine adulto nos han obligado a soportar durante los últimos 20 años son ofensivos: estamos hartas de lolitas cachondas, adolescentes guarritas, secretarias siempre dispuestas, mujeres desesperadas, enfermeras calientes, prostitutas ninfómanas, heroínas tragasemen. Puede que estas mujeres sean el ideal sexual femenino para los tíos, a mí no me inspiran. No me siento identificada con esas mujeres.

-¿Por qué existen tantos prejuicios por parte de algunas mujeres respecto al porno?

-Es evidente, por todo lo que te acabo de decir antes. No nos sentimos identificadas con un fenómeno de hombres para hombres. Igual que en general no nos gusta el fútbol o el boxeo, son terrenos masculinos y no hay nada malo en ello, opino que no pasa nada porque existan cotos privados de hombres y otros de mujeres. Lo que pasa es que en el cine porno, las mujeres nos tenemos que meter a aportar una visión nueva, porque los jóvenes se están educando sexualmente con porno, y están aprendiendo que lo que hace Nacho Vidal o Rocco Sifreddi es la práctica habitual en cualquier pareja y eso no es así.

-¿Qué opina de las feministas que se oponen a este tipo de cine?

-El movimiento feminista ha sido tradicionalmente anti-pornografía por considerar que el porno es una clara y evidente práctica que explota y agrede a las mujeres. Grandes gurús del feminismo com Dwarkin o MacKinon han atacado fuertemente la pornografía, con argumentos muy contundentes como el lema 'el porno es la teoría, y la violación es la práctica'. Esa postura paulatinamente fue cambiando y hoy hay corrientes muy amplias y modernas del feminismo que no ven el porno como un enemigo. Son las llamadas 'anti-censura' que evolucionaron hacia las 'pro-sex', yo me considero una de ellas. Consideramos que la mujer es libre de usar su cuerpo a su antojo, y promovemos decididamente la libertad sexual. Wendy McElroy lo resume en esta frase: 'La pornografía beneficia a las mujeres, tanto personal como políticamente'. Yo creo que si las mujeres participamos en el discurso de la pornografía tenemos delante una excelente oportunidad de explicar a los hombres nuestra sexualidad de manera muy explícita y gráfica.

-¿Cómo se decidió a hacer un porno para mujeres?

-A mí me pasó como a la mayoría de las mujeres: cuando vi porno por primera vez, no fue amor a primera vista, ni mucho menos. Evidentemente había algo en las imágenes que me excitaba pero también muchas cosas que me molestaban. No me sentía identificada en esas películas: ni mi estilo de vida, ni mis valores, ni mi sexualidad aparecían por ninguna parte. No estaba retratado el placer femenino, y la mujer sólo aparecía para complacer a los hombres. Las situaciones sexuales que me planteaban me parecían ridículas, todas basadas en fantasías masculinas machistas: la chica entra a la habitación y descubre a su chico con su mejor amiga, y en vez de enfadarse, ¡decide que lo mejor es unirse a la fiesta! Yo trabajaba en cine y publicidad, y visto ese panorama decidí que el porno que existía es para hombres y que la solución era hacer yo misma el producto.

-¿Sería mejor la sociedad si se hiciera más y mejor el amor?

-Seguramente, hacer el amor en lugar de la guerra sería infinitamente más rentable y agradable.

Con tacones en la cama

-¿Qué falsos mitos existen en torno al porno?

-Las mujeres que se meten en la cama con zapatos de tacón de 25 centímetros. Y también el hecho de que las mamadas duran una eternidad y el cunilingus que hacen ellos a las chicas dura cinco segundos. Pero esto es sólo la punta del iceberg, el porno es todo falsos mitos, no es sexo realista, el porno escenifica una especie de cine fantástico sobre la sexualidad humana y más bien es ciencia ficción.

-¿Cómo se consigue distinguir el placer del trabajo de un actor o actriz porno?

-En un rodaje de cine adulto no hay mucho placer, se trabaja duro como en cualquier otra producción audiovisual, al menos en mis rodajes es así.

-¿Tiene alguna opinión formada del foro de la familia?

-No los conozco mucho, pero por encima me parece que no comparten mucho el ideario de una mujer libre, femenina y feminista, que es lo que yo me considero.

-¿Para qué es buena una película porno?

-Hoy en día vivimos en una sociedad que, nos guste o no, está 'pornificada'. El porno está muy presente en Internet y en los medios digitales, ha entrado en los medios de comunicación masivos, ya ha salido del armario oscuro donde se encontraba. En este contexto es muy importante que las mujeres seamos críticas con este fenómeno. Yo creo que el cine adulto es bueno porque educa, y algo que educa puede educar en valores de igualdad y feminismo, y para mucha gente una película porno es la única fuente de información sobre la sexualidad a la que pueden acceder de una manera fácil y rápida.

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