Se retira la mejor judoka española de la historia

Saboreó el éxito en los Juegos de Atlanta, alcanzó la cima hace nueve años en Sidney, sintió el orgullo de representar a todo un país en Atenas y probó las aguas del fracaso y la decepción en Pekín. Entre medias, un campeonato mundial, cinco títulos continentales y más de una decena de medallas en distintos torneos. Todo esto convierte a Isabel Fernández en la mejor jukoka española de la historia. La alicantina anunció ayer su retirada de la élite al haber cosechado todos los objetivos, «todas las metas y más». «He decidido que no voy a seguir compitiendo a alto nivel», manifestó la deportista de 36 años.

Isabel Fernández explicó que tomó la decisión estas Navidades, pese a considerar que tenía opciones de realizar un buen papel en los próximos europeos y mundiales. «Un podio más o menos no iba a cambiar el palmarés», aseguró una de las pocas deportistas que puede presumir de la triple corona (oro olímpico, mundial y europeo en la categoría de -57 kg. Después de 16 años entregados al judo, reconoce que los momentos de mayor alegría y emoción fueron la medalla de oro de los Juegos de Sidney, que la encumbró a nivel internacional y mediático, y ser la abanderada de la delegación española en los Atenas: «Antes de Sidney había sido campeona de todo, pero no olímpica, y fue mi gran colofón. Ser abanderada, representar a deportistas que han estado peleando cuatro años para clasificarse, es algo muy especial».

Decisión personal

En aquel histórico combate en tierras australianas, venció a la cubana Driulis González por una amonestación, la misma circunstancia que le impidió luchar por un metal en Pekín y convertirse en la segunda judoka de la historia en sumar tres medallas olímpicas. Aclaró que la decisión de retirarse fue personal y negó recibir ningún tipo de presión para tomar tal medida por parte de su entrenador y al mismo tiempo marido, Javier Alonso. «He sido yo la que ha tomado la decisión, porque sé que mi carrera tenía que llegar a su final». La mala actuación en Pekín, donde no tuvo ni siquiera opciones de ganar el bronce al caer en el tercer combate ante la holandesa Devorah Gravenstijn, no ha pesado en la decisión final de la judoka: «Me veía con opciones de cosechar más éxitos. Cuando eres competidor no ves la hora de abandonar. Es lo que te gusta».

Referente para jóvenes

Nunca pensó en llegar a participar en cuatro citas olímpicas, y menos aún en tener aspiraciones de colgarse un metal, lo que provocaba un fiasco mayor cuando no lograba subirse al cajón. A sus 36 años, seguirá entrenando y colaborando con el deporte base, donde sabe que es un referente para los chavales que empiezan, un espejo donde los niños fijan sus esperanzas y anhelos de grandeza. Espera que sus experiencias puedan servir para ayudar a otros jóvenes judokas.

Deberá compatibilizar su colaboración con la Federación Española con su puesto de concejala de Deportes en el consistorio alicantino, cargo que ostenta desde 2007. «Creo que ya he hecho mucho por el deporte y por el judo», aseguró. Reconocimientos no le han faltado, lo que se ha plasmado en múltiples galardones como el Premio Nacional del Deporte Reina Sofía o la Medalla de Oro de la Real Orden al Mérito Deportivo.