Llega la restauración del teatro de Huéscar tras 21 años de espera

Los huesquerinos han tenido que esperar 21 años para que la Junta de Andalucía haga realidad unos de los proyectos más ambiciosos y esperados en la localidad oscense. Tras dos décadas, por fin han comenzado las obras de rehabilitación del antiguo teatro.

El proyecto está subvencionado por la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio con 5,07 millones de euros, que supone el 99% de la inversión total, aunque tras la licitación de las obras y su adjudicación a la empresa Villegas, S.L. el presupuesto final ha sufrido una notable baja.

Dicho proyecto permitirá crear un nuevo espacio escénico a partir de la recuperación arquitectónica del conjunto de la Iglesia de Santo Domingo, la Capilla de Nuestra Señora del Rosario y el claustro anexo, declarado Bien de Interés Cultural desde marzo de 1980. Durante muchos años este espacio fue el único teatro de la comarca más al norte de la provincia.

La intervención va a posibilitar habilitar un auditorio, con capacidad para 305 espectadores, que se ubicará en la nave principal, mientras que la escena irá en una edificación añadida en el lugar que hubiera ocupado el ábside que no llegó a construirse.

Las obras, que estarán terminadas en el plazo máximo de dos años, se desarrollarán en varias fases. La primera incluirá la demolición de todos los elementos añadidos al edificio original y otros trabajos previos de restauración.

A continuación se acometerán los trabajos de consolidación y rehabilitación, junto con la construcción de la nave del escenario. Por último, se llevará a cabo la dotación de infraestructuras necesarias para los nuevos usos, con acabados y trabajos de carpintería diferenciados entre la zona histórica y las nuevas edificaciones. La Iglesia de Santo Domingo, del siglo XVI, forma parte de un ambicioso proyecto que finalmente quedó reducido a un único cuerpo. La iglesia constaba de nave central y dos laterales, de las que la más oriental no se llegó a completar al existir otras construcciones anejas.

Red de teatros

La rehabilitación del Teatro Oscense y claustro anexo de Huéscar, es una de las últimas actuaciones del Programa de Rehabilitación de Teatros Públicos de Andalucía desarrollado conjuntamente por la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio y la Consejería de Cultura. Con esta colaboración entre ambos consejerías, se pretendió conjugar la intención de crear en su día una Red de Teatros Públicos en Andalucía, que reuniera las condiciones necesarias para abordar un impulso de la actividad teatral en toda la Comunidad, con el propósito, a partir del condicionante de la previa adquisición municipal de los inmuebles, de incrementar el patrimonio público en materia cultural y, de forma más concreta, en la teatral.

En desarrollo de esta actuación, se procedió a la firma de un convenio marco de colaboración con el Ayuntamiento de Huéscar. Tras la convocatoria de un concurso público de ideas con el objetivo de seleccionar la propuesta arquitectónica que, por su calidad, relación con el entorno y respuesta a las necesidades del programa, se estimara mejor para ser desarrollada, resultó adjudicataria la propuesta redactada por la arquitecta Julia González Pérez-Blanco.

Con este proyecto se pretende conseguir un doble objetivo. Por un lado, la rehabilitación arquitectónica del conjunto de edificios (Iglesia de Santo Domingo y Capilla del Rosario) y ordenación del patio del claustro anexo y, por otro, la rehabilitación funcional de la actividad teatral que se desarrolló en ellos desde mediados del siglo XIX.

Auge teatral

Fue precisamente la pasión teatral del siglo XIX, que reinó en España y muy especialmente en la zona de Murcia, tan relacionada con Huéscar, la que motivó la creación de la Sociedad del Teatro Oscense que se quedó con la Iglesia de Santo Domingo, desglosada del convento, y cuya adaptación se realizó en 1858. Las obras consistieron fundamentalmente en inscribir lateralmente el local de espectáculos en la gran nave principal de la iglesia, cuya amplitud y altura del artesonado permitía la operación sin muchos problemas.

Las naves laterales y sus arcos de acceso, recibiendo unos forjados a nivel intermedio, se convirtieron en pasillos de entrada a los palcos. En la parte delantera de la nave lateral oeste fueron montados igualmente los camerinos y guardarropa.