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Francisco Javier P., acusado en el juicio por el caso de Alba, la niña que ha quedado inválida debido a los malos tratos que sufrió. / Efe
La Fiscalía eleva de 19 a 21 años de cárcel su petición de condena para la madre y el padrastro de Alba
visto para sentencia

La Fiscalía eleva de 19 a 21 años de cárcel su petición de condena para la madre y el padrastro de Alba

La pequeña fue sometida a "una violencia, humillación y degradación continua"

EFE |

Viernes, 19 de diciembre 2008, 22:43

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El fiscal ha elevado hasta las penas máximas su petición de condena por los delitos de intento de asesinato, violencia doméstica habitual y contra la integridad moral, que suman 21 años de cárcel, para Ana María C. y su compañero Francisco Javier P., por la paliza que dejó a Alba inválida.

En sus conclusiones definitivas, el Ministerio Público ha decidido endurecer su petición de condena y elevar de 19 a 21 años la petición de prisión dada la "terrible situación" que soportó Alba durante meses, sometida a "una violencia, humillación y degradación continua" por parte de su padrastro y con el conocimiento de su madre.

La Generalitat, que ejerce la acusación particular en la causa, también ha aumentado su propuesta de condena para los procesados a 28 años y medio de prisión, dos y medio más de lo que pedía inicialmente.

El fiscal ha aplicado el agravante de lugar al considerar que los maltratos a Alba se produjeron en un recinto cerrado donde la niña no podía pedir auxilio ni podía ser oída por terceras personas que hubieran acudido en su ayuda. En su informe, el representante del Ministerio Fiscal se ha mostrado convencido de que la "inexplicable pasividad" de Ana María C., la madre de la menor, no es más que un encubrimiento propio del maltrato que ella y su pareja sometieron a Alba en marzo del 2006.

En el juicio que ha quedado visto para sentencia en la Audiencia de Barcelona han declarado varios médicos. Tanto ellos como los psicólogos que en fase de instrucción interrogaron a la hija de seis años del procesado, Maite, dieron plena credibilidad a la declaración en la que la niña incriminó a su padre.

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