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REPARACIÓN. Un mecánico arregla un vehículo en el establecimiento en el que trabaja. / LUCÍA RIVAS
El trabajo de los talleres se dispara ante la caída de la venta de coches
GRANADA

El trabajo de los talleres se dispara ante la caída de la venta de coches

Automovilistas granadinos alargan la vida de sus vehículos mediante reparaciones ante la imposibilidad de cambiarlos De enero a octubre, los concesionarios han perdido un 30% en el volumen de ventas y temen que 2009 sea aún peor

MIGUEL ALLENDE

Miércoles, 26 de noviembre 2008, 14:04

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El batacazo experimentado por los concesionarios de automóviles en lo que llevamos de año es de los que hacen historia: de enero a octubre, la venta de vehículos nuevos (turismos y todoterrenos) ha caído en la provincia granadina un total del 30,4%, según datos de la patronal del sector. Tan sólo se han puesto en el mercado 14.212 unidades nuevas, una cifra muy lejana de la registrada en idéntico periodo de 2007. Si nos retrotraemos especificamente al pasado mes de octubre y lo comparamos con el mismo mes del pasado año, el descenso es aún mayor, pues llega nada menos que hasta un 50,1%. Cifras estas que hablan por sí mismas de la dureza con la que la crisis económica ha castigado a este tipo de empresas, tras años de bonanza y de costosa inversión en la mejora y puesta en marcha de nuevas instalaciones. Pero el parón en la demanda de nuevos automóviles, al que ha contribuido de forma sustancial el endurecimiento del crédito para su adquisición, ha tenido sin embargo efectos directos positivos para otros profesionales del mismo sector como son los mecánicos. El hecho de que muchos automovilistas granadinos no hayan podido cambiar de coche durante lo que llevamos de año, les ha obligado a mantener operativo el turismo con el que cuentan.Y para ello, forzosamente, han de pasar por el taller antes o después. Aun no teniendo averías importantes, el hecho de las simples revisiones anuales o el mantenimiento de piezas esenciales como amortiguadores, neumáticos o frenos, les ha obligado a hacer frente a un desembolso mínimo. O no tan mínimo. Los talleres de mecánica, electricidad, chapa y pintura de todo tipo de vehículos han visto incrementar así su actividad y, a buen seguro, cerrarán el presente ejercicio con resultados más satisfactorios que el precedente. Es la tónica general, aunque siempre hay excepciones por unas circunstancias u otras. Incrementos El incremento de actividad y por consiguiente de facturación de los establecimientos de reparación granadinos, propiedad de las 1.220 empresas existentes en el sector, está constatado por la propia Asociación Provincial de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines. Su presidente, Sebastián Ruiz, afirma que el ciudadano de la calle, el autónomo que precisa de su vehículo, el profesional que usa el de su empresa, «no tienen más remedio que alargar la vida operativa de estos coches o furgonetas, porque no pueden adquirir otros o porque piensan que este no es el momento oportuno para hacerlo y aplazan la compra». Y ello deriva, indefectiblemente, en un aumento de la actividad de los talleres. ¿Cuál es ése incremento? A esta cuestión los responsables de cada taller pueden responder con diferentes porcentajes, en función de su propia realidad e incluso de la localidad de la provincia donde se esté enclavado el establecimiento en cuestión. Según ha podido conocer este periódico, la horquilla de repunte en la actividad puede situarse entre un 20% y un 30%. En términos comparativos, ligeramente por debajo de la caída de las ventas que han experimentado los concesionarios. «Ahora que comienza el invierno es una buena época para los talleres, donde acuden muchos propietarios de vehículos para la puesta a punto de éstos o simplemente para cambiar neumáticos o batería», señala Ruiz para acto seguido puntualizar que incluso estas labores de mantenimiento las dilatan los automovilistas todo lo que pueden para ahorrarse unos euros. «Algo que a la larga tendrán que hacer, pero con el riesgo inmediato que supone llevar los neumáticos desgastados o el líquido de frenos sin cambiar», añade a este respecto Ruiz. María José Medialdea, gerente de la misma organización empresarial, señala por su parte que es la dificultad de financiación lo que imposibilita de hecho la compra de vehículos nuevos en muchos casos. Preguntada por las perspectivas del sector asegura que la mejor definición de la mismas es la de «incertidumbre», a la espera de las medidas que pueda adoptar el Gobierno en apoyo de las grandes firmas nacionales de fabricación de automóviles y de las pequeñas y medianas empresas que se encargan de venderlos. Sobre la realidad por la que pasan los talleres, tanto pequeños establecimientos regentados por autónomos como los de las grandes firmas automovilísticas, Medialdea considera que la mayor actividad que tienen en esta coyuntura viene matizada también por el hecho constatable de que los clientes tratan de ahorrar el máximo dinero posible en las reparaciones y para ello no dudan en realizar las que son estrictamente necesarias. «Se apuesta porque el vehículo funcione y poco más, dejando de lado ya cuestiones estéticas si no están cubiertas por las pólizas de seguro», agrega Medialdea. La opinión de la responsable de la gerencia de la mencionada asociación es plenamente coincidente con la de algunos empresarios contactados por este periódico y que revelan que para conseguir cerrar un buen año como el presente han tenido que «multiplicar el trabajo realizado y tener las plantillas de trabajadores cubiertas para dar abasto a todas las peticiones que recibimos». Revisiones El desplome de la venta de vehículos nuevos y el aumento de la actividad en los talleres tiene también consecuencias en otros negocios relacionados con la automoción, como es el de las empresas que se dedican a la inspección técnica de vehículos (ITV), que en el caso de la provincia granadina también han computado un aumento en su actividad. En el caso de la empresa Veiasa, que es la que desempeña esta labor en esta parte de Andalucía, los datos así lo corroboran. Los 246.000 vehículos, aproximadamente, que han pasado por sus instalaciones entre enero y octubre pasados, suponen un aumento de un 12% sobre idéntico periodo del pasado año. Año que a su vez ya había computado otro incremento similar con respecto al ejercicio anterior. Para Juan Ordóñez, gerente de la mencionada firma que proporciona el servicio de la ITV en Granada, aún es pronto para sacar conclusiones sobre si este incremento de actividad obedece al hecho de que hay menos vehículos nuevos en circulación. «Quizás dentro de unos meses, en el año entrante, tengamos elementos de juicio contrastados», opina. Pese a la opinión de Ordóñez, parece evidente que quien ha optado por no cambiar su vehículo por otro nuevo, antes o después habrá de pasar por las instalaciones de la ITV que estime oportuna. Cumplirás así con la obligación legal de revisarlo a los cuatro años de su salida del concesionario, posteriormente cada dos años y al final, una vez por ejercicio en cuanto el coche ha sobrepasado la barrera del decenio. Sea como fuere, lo cierto es que si la crisis hunde sus raíces en 2009, la actividad de los talleres y de los concesionarios de la ITV no hará sino incrementarse aún más. miguelallende@ideal.es

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