Edición

Borrar
El agente posa, ayer, en la comandancia de Granada. /R. L. PÉREZ
«No me dio tiempo a tener miedo, sólo a actuar»
GRANADA

«No me dio tiempo a tener miedo, sólo a actuar»

Jorge, guardia civil, redujo en apenas segundos a un atracador armado con una pistola en una tienda de Baza Una de las dependientas llegó chillando y el agente, que estaba fuera de servicio, corrió hacia el establecimiento

M. V. COBO

Jueves, 6 de noviembre 2008, 13:41

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Jorge estaba eligiendo una película de alquiler para llevarse a casa. Eran ya las nueve de la noche y había acabado su jornada como guardia civil en el puesto de Benamaurel, donde trabaja desde hace siete años. Estaba charlando con el responsable del videoclub cuando una joven irrumpió en el establecimiento. «La dependienta de la tienda de móviles de enfrente entró chillando y gritando. Venía pidiendo ayuda porque un individuo había entrado con una pistola para atracarles». Jorge Miguel Martínez Sánchez reaccionó, que lleva quince años de servicio con la Guardia Civil, reaccionó en cuestión de segundos frustrando el atraco y permitiendo la detención del delincuente. «Fue todo muy rápido, yo casi no me acuerdo de nada», explica el guardia, de 34 años. «Recuerdo que la chica entró y cuando explicó lo que pasaba salí corriendo hacia la tienda, que estaba a quince metros». La dependienta había forcejeado con el asaltante y trataba de mantener la puerta cerrada, para que así pudieran detener al asaltante. Cuando llegó, Jorge derribó la puerta de una patada y del impacto también cayó al suelo el atracador. En una rápida maniobra, Jorge saltó sobre él, que estaba de costado, y le inmovilizó los dos brazos. «Uno lo tenía alrededor del cuello, y el brazo en el que llevaba la pistola lo tenía sujeto con la rodilla, no podía moverlo». El agente le quita hierro al asunto diciendo que la forma en la que cayó el atracador ya le hizo parte del trabajo. El agente explica que el hombre, en el suelo, intentaba mover la pistola, pero sin éxito. «Parecía una pistola vieja y pude ver que en el tambor, en los huecos visibles, no había balas, aunque él insistía en que sí llevaba». Adrenalina Jorge resume aquellos minutos del lunes por la noche como «un subidón de adrenalina, nunca había experimentado una situación así». Esa adrenalina le hizo reaccionar casi sin pensar. «No me dio tiempo a tener miedo, sólo a actuar». Algo tendría que ver también el hecho de que el agente practica artes marciales y ha realizado varios cursos de defensa personal. Cuando tenía al atracador cerca se dio cuenta de que ya lo habían detenido antes en Benamaurel, cuando los sorprendieron conduciendo un camión lleno de jamones robados. Una vez que la Policía Local acudió al lugar y Policía Nacional detuvo al atracador, Jorge se dio cuenta de que se había lastimado una muñeca. Una pequeña herida de guerra. A cambio, conocidos y compañeros llevan dos días felicitándolo por su heróica actuación. Pero lo mejor, además de haber logrado la detención, es que las dos chicas que trabajan en la tienda no sufrieron ningún daño en el atraco. Y es que la Policía Nacional sí que encontró proyectiles en la tienda tras la detención que debieron caer de la pistola cuando el delincuente cayó al suelo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios