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TRIBUNA

El rey de la poesía

JOSÉ G. LADRÓN DE GUEVARA

Lunes, 13 de octubre 2008, 04:18

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CON la coña marinera de la crisis del sistema financiero capitalista, propio de nuestro mundo occidental, donde vivimos, parece ser que ha pasado a un apartado segundo plano, para los medios informativos, el importante asunto de la Alianza de Civilizaciones; liderada por el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, al alimón con el adalid de los turcos, se llame como se llame. Metidos hasta las cejas, circunflejas, en achicar el agua de la inundación, que puede provocar el naufragio de la barca, digo de la banca mundial, nuestros eximios gobernantes se han olvidado de todo lo referente a esa concurrencia armoniosa de las civilizaciones (por no decir, más propiamente, culturas o religiones) cuya confluencia y articulación sociológica determinaría el triunfo de la paz y la concordia entre los seres humanos. Que tanta falta nos hace. ENTRETENIDOS, más bien obsesionados por solucionar, a contracorriente, el derrumbamiento del majestuoso rascacielos que podría simbolizar gráficamente el concepto del capitalismo rampante que nos devora, los líderes de la Alianza, y sus huestes, más o menos subvencionadas, no se han percatado de algo grandioso, más bien glorioso, que acaba de suceder al mismo tiempo que se hunden las Bolsas nacionales, y los banqueros, criaturitas mías, piden, exigen ayudas en efectivo, a costa de los contribuyentes, para salvar los muebles del despacho del jefe. Me refiero a la sensacional noticia, que ha pasado desapercibida, sobre la presentación pública de los poemas que Osama Bin Laden -¿les suena?- solía recitar en las bodas y fiestas morunas a las que asistía como invitado preferente. Lo que están ustedes leyendo. Bin Laden nos ha salido poeta. Vate. Trovador. Rapsoda. No me digan ustedes que no es para echar a vuelo las campanas, disparar cohetes y entonar himnos encomiásticos a todos y cada uno de los dioses del Olimpo. Alabado sea el Señor. Alá es clemente y misericordioso. Bin Laden, poeta. LO ha descubierto Flagg Miller, un profesor británico de árabe, residente en California, que, según él, dispone de grabaciones de Al Qaeda, capturadas por la CIA, en las que se registra la voz, cansina y monótona, del tan afamado como escurridizo jerifalte musulmán, recitando los versos, de su propia cosecha, sobre temas principalmente épicos, desarrollados a través de una fogosa lírica guerrera, así como las pertinentes alusiones teológicas de rigor. Dice el profesor Miller, cuya traducción al inglés de los textos de Osama aparece en la revista 'Language and Communication', dirigida a traductores y filólogos, que se trata de un experimentado poeta, experto en el ritmo y la métrica, y que por eso los musulmanes, mayoritariamente, poseen, y hacen circular, sus poesías como si fueran canciones de música pop. YA dijo Aristóteles que «en la poesía hay más verdad que en la historia». Certeras palabras que nos sugieren tomarse en serio la obra poética del misterioso musulmán por si fuera posible encaminarlo por la senda metafórica de la poesía hacia el mundo de paz y confraternidad que propugna la Alianza de Civilizaciones, según sus folletos. El caso es que yo me pongo a soñar, y me voy de vareta. Supongan, mis queridos y admirables lectores, la que podría organizarse si, efectivamente, y con motivo del celebérrimo Milenario granadí, que tan fastuosamente dicen que se celebrará en 2013, se consiguiera que nuestra ciudad fuera declarada 'Capital Mundial de la Poesía' (épica y lírica), con todos los efectos colaterales que conllevaría la titulación. Por favor, deliren conmigo. Sueñen con la posibilidad de invitar a Osama Bin Laden, en su calidad de eximio vate, para que acuda, en persona, a la Alhambra de Granada, con permiso de doña Mar, donde sería coronado, en el Patio de los Arrayanes, como Rey de la Poesía Mundial. A cuyo efecto se le aplicaría el mismo protocolo, tan vistoso, que ya se cumplió con motivo de la coronación del inspirado vate don José Zorrilla, en el Patio del Palacio de Carlos V. Con la diferencia, inexcusable, de que la corona, en este caso, sea maciza, y de oro de ley, y no de hojalata dorada como la que le encasquetaron al inocente de don José. Que menudo cachondeo. LA noticia, señoras y señores, respetable público, sería más o menos la siguiente: «Osama Bin Laden coronado en Granada Rey Mundial de la Poesía». Eso es. Y si el Ayuntamiento granadino le arrima un premio, en efectivo, de 150.000 euros, pues miel sobre hojuelas. Toma 'Tierra del Chavico'. Continuemos alucinando. Con Bin Laden rey de la poesía, a escala planetaria, paseando por los jardines del Generalife, tomando el te con pastas en la Silla del Moro, peregrinando, a pie, por las Rutas del Legado Andalusí, recorriendo las callejuelas y placetas del moruno Albaicín, asomado al mirador de San Nicolás, orando postrado en la mezquita del barrio, conseguiríamos la máxima atención de todos los medios informativos mundiales. Vaya propaganda. Prensa. Radio. Televisión. Granada, tierra soñada. Encrucijada de pueblos. Crisol de culturas. Cuna de innumerables y eximios poetas y peotas. Apoteosis de la Alianza de las Civilizaciones Periféricas, Transversales y Sostenibles. Porque, como dice Mario Benedetti, «la poesía es el género de la sinceridad última e irreversible». Por lo tanto, hay que aproximarse a Osama Bin Laden, por el camino de los poetas, para rescatarlo de su propia contumacia terrorífica, de modo y manera que se imponga su vena lírica, su entraña poética, y así logremos su arrepentimiento y conversión al pacifismo universal. Lo mismo que se habla de la memoria histórica, digamos algo sobre un posible olvido histórico. Olvidemos todo lo que perturbe nuestra convivencia planetaria. Incluso que fue en Granada donde fue asesinado uno de los más grandes poetas de la historia. ATENCIÓN a este Bin Laden versificador y recitador de poemas en bodas y banquetes. Y a ver si alguien, con la mano izquierda, o sea la diplomacia necesaria, tal vez el ministro de Asuntos Exteriores, señor Moratinos, consigue convencerle para que lo coronemos Rey de la Poesía Mundial. Aquí, en Granada. No vayan a llevárselo los sevillanos, con el cuento de La Giralda y el salero que no se puede aguantar. Mi arma. Por probar, que no quede. Igual dice que sí, suelta la metralleta, agarra la lira y aparece por el Suspiro del Moro, a bordo de un dromedario, canturreando sus poéticas melopeas. Me figuro que algunos, empezando por el más listillo de todos ellos, y ellas, ya estarán aprendiendo a chapurrear el árabe. Por si se trinca algo. Noticia de última hora: En la página 8 del periódico IDEAL, correspondiente al pasado día 10 de este mes, el ex islamista Maajid Nawaz, que ahora combate el extremismo religioso, manifiesta que «Osama Bin Laden está obsesionado con la idea de recuperar Al-Ándalus». Ya lo saben. No es traidor el que avisa. Y ahora que cada cual saque sus propias conclusiones sobre el asunto que les expongo.

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