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ZAIDÍN. El trozo de fachada desprendido cae el suelo tras los mazazos de los bomberos. /R. L. PÉREZ
Un vendaval deja cientos de incidencias y un herido grave por el golpe de una rama
GRANADA

Un vendaval deja cientos de incidencias y un herido grave por el golpe de una rama

Los vientos de más de 70 km/h tumbaron decenas de árboles y tiraron cornisas y fachadas Un peatón recibió el impacto de una rama en la cabeza y perdió el conocimiento

M. V. COBO

Sábado, 11 de octubre 2008, 12:13

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Granada vivió ayer un día de caos. El fuerte viento sembró la capital y varios puntos de la provincia de árboles tumbados, cornisas y fachadas desprendidas o tejas y carteles volando. El vendaval, que se cebó con la capital, dejó también un herido grave al recibir el fuerte golpe de una rama en la cabeza, impacto que le dejó sin conocimiento. El viento llegó incluso a desprender parte de la fachada de un edificio en el Zaidín que los Bomberos tuvieron que derribar, a 35 metros de altura, para evitar que se cayera hiriendo a algún vecino. La crónica de los incidentes de ayer empiezan a primera hora de la mañana. En el cinturón y la capital se sucedían las llamadas a Bomberos, Policía Local y Guardia Civil. En Albolote, cientos de granadinos que acudían a su puesto de trabajo por la mañana se encontraban con el paseo de Colón, que da acceso a la autovía, cortado. Había caído un árbol en medio de la calzada impidiendo la circulación. Al final del día llegaron a ser más de 15 los árboles tumbados en este municipio, por el que circular fue una pesadilla. Los cortes de tráfico por árboles tumbados afectaron a la urbanización Monteluz, en la parte del municipio de Peligros, y a la calle Baza del polígono Juncaril. Los árboles también cortaron el tráfico en la carretera de Pulianas a Güevéjar. En la capital, las ramas desgajadas de los árboles iban cubriendo el asfalto y las aceras de distintas calles. La zona norte fue una de las más afectadas por la mañana. En el colegio Andalucía de este distrito los palos desprendidos de otros árboles cayeron dentro de las instalaciones, lo que obligó a acudir a los bomberos. Un tronco sepultó un coche en la plaza del Rey Badis. Carretera de Jaén también sufría otro corte de tráfico por otros árboles tumbados. Y seguían entrando las llamadas. Los bomberos, sierra en mano, trataban de retirar restos de plantas, pero pronto necesitaron la ayuda de los operarios de Inagra para compartir la limpieza de las calles. En la provincia, por la mañana, la Guardia Civil también recibía decenas de llamadas. En Güevéjar tuvieron que acudir a asegurar un cable de alta tensión que había caído al suelo, en mitad de una calle. Instituto desalojado El desprendimiento de parte del tejado de un instituto de Cogollos Vega obligó al desalojo del edificio y a la suspensión de las clases mientras se reparan los daños provocados por el viento. En el incidente no hubo heridos. Los daños materiales se sucedían en Huétor Santillán, La Zubia, Cenes o Peligros. El único incidente con herido se registró en la calle Gran Capitán de la capital granadina. Uno de los cientos de desprendimientos de ramas golpeó a un peatón que pasaba por allí en ese momento. El hombre recibió el impacto en la cabeza y cayó inconsciente, por lo que fue trasladado en ambulancia a un centro hospitalario. Fue el único herido en una jornada a la que le quedaban muchas escenas sorprendentes durante la tarde. Y es que los vientos fueron haciéndose más fuertes a medida que iba pasando el día. Según los datos de la oficina de Meteorología del Aeropuerto de Granada, donde sopló con menos fuerza que en otros puntos, hubo rachas de hasta 70 kilómetros por hora. En Sierra Nevada, el vendaval superó los 230 kilómetros, sin que se registraran incidentes. Por la tarde llegaría una de las consecuencias más espectaculares del vendaval que azotó la provincia. Se producía en la calle Calderón de la Barca, en el barrio del Zaidín. La alerta saltó gracias a los vecinos del número 9 de esa calle. Uno de ellos, cuando iba a entrar en casa, escuchó un tremendo y sonoro crujido. Como si el edificio se retorciese. Y algo parecido le estaba pasando. En una de las fachadas del inmueble, que da a la avenida Pablo Picasso, se había desprendido un paño de unos tres metros de alto por dos de ancho. Fachada al suelo La fachada del edificio está forrada por una capa de ladrillo visto que a la altura del último piso se había agrietado y separado. La pared estaba sólo sujeta por la parte inferior y las enormes grietas abiertas a los lados amenazaban con hacerla caer. Y el viento seguía soplando, cada vez más fuerte. Policía Local acordonaba la calle mientras Bomberos inspeccionaba la pared desprendida, a unos 35 metros de altura sobre el suelo. En un principio se planteó el uso de una 'pluma' de 30 metros de Grúas Alhambra, pero la opción se acabó descartando. La decisión fue romper la pared interna del edificio, en concreto las escaleras, que daban al paño a punto de caer. Tras lograr hacer el primer butrón, las mazas de los bomberos llegaron hasta la fachada afectada. Bastaron unos minutos de mazazos para que la masa de ladrillos cayera con gran estruendo al suelo. Pese a lo espectacular del derrumbe, los cascotes no provocaron heridos ni casi daños materiales. No habían terminado de atender esa incidencia cuando recibían otra llamada de otro desprendimiento en Kinépolis. Ante tal cantidad de trabajo, Bomberos tuvo que requerir la presencia de varios funcionarios más para dar asistencia a la capital y el Cinturón. Otros vecinos que pasaron ayer más de un susto fueron los del edificio más alto de Granada, la torre San Lázaro, de la que se desprendieron durante la jornada numerosas placas metálicas que se clavaron en los jardines de la entrada o cayeron a terrazas y patios interiores. Hasta la cubierta de uno de los aparcamientos salió volando. Los vecinos relatan que fue casi 'milagroso' que no se viera nadie afectado. Tormenta en Caniles La lluvia hizo tímida aparición durante la jornada, excepto en el municipio de Caniles, donde hubo una tormenta. La alcaldesa de Caniles, Isabel Mesas, señaló que durante la mañana hubo momentos de preocupación puesto que los cauces de los ríos, habitualmente secos, que cruzan la localidad, estuvieron a punto de desbordarse. Finalmente se rebajó el caudal, aunque la primer edil se quejó de que Confederación Hidrográfica del Guadalquivir no les deja limpiar los cauces para evitar estas situaciones. La previsión para hoy en la provincia de Granada, -ayer casi todo el día en alerta amarilla- es de vientos de unos 32 kilómetros por hora en casi toda la provincia, excepto en la Costa, donde se esperan hasta 43 kilómetros por hora. mvcobo@ideal.es

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