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TENACIDAD. Harald Zur Hausen, descubridor del VPH. / AFP
Los Nobel premian la lucha contra el sida y el cáncer
SOCIEDAD

Los Nobel premian la lucha contra el sida y el cáncer

Reconocen a lo padres del VIH, Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi, y al científico alemán Harald Zur Hausen, que descubrió el virus del papiloma humano

FERMÍN APEZTEGUIA

Martes, 7 de octubre 2008, 10:31

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La Academia sueca se sumó ayer a la lucha contra las infecciones de transmisión sexual al reconocer con el Premio Nobel de Medicina a los descubridores del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, y el del papiloma humano (VPH), desencadenante del cáncer de cuello de útero. El galardón para los franceses Luc Montagnier y su ex compañera de laboratorio Françoise Barré-Sinoussi llega 25 años después de que anunciasen al mundo el hallazgo del microbio generador de la enfermedad que ha marcado el cambio de siglo. Más de 33 millones de personas, fundamentalmente pobres, viven con ella en la actualidad. El alemán Harald Zur Hausen, de 72 años, fue el hombre que identificó la causa del cáncer de cuello de útero, el segundo más común entre las mujeres. La primera, y de momento la única, vacuna existente contra un tumor, es consecuencia de sus intuitivas investigaciones. La concesión del Nobel de Medicina a tres virólogos de la talla de Montagnier, Barré-Sinoussi y Zur Hausen va, sin embargo, más allá del 25 aniversario del descubrimiento del VIH o de la reciente comercialización de la vacuna contra el cáncer de cérvix. Los tres reconocimientos coinciden en un momento que las autoridades sanitarias internacionales han bautizado como de 'crisis de salud sexual'. Los expertos en salud pública llevan ya unos años advirtiendo del resurgir de enfermedades que se creían ya superadas, como la sífilis y la gonorrea, y el despertar de una nueva oleada de VIH/sida por la dificultades detectadas para mantener en el tiempo actitudes de sexo seguro y contener el avance de la epidemia en los países con menos recursos. La situación mundial en la lucha contra el cáncer de cuello de útero no es mucho mejor. Esta enfermedad está considerada como la primera causa de muerte por cáncer entre la población femenina en los países en vías de desarrollo; y la segunda para las europeas menores de 45 años. El virus del papiloma humano que vio por primera vez el investigador alemán reconocido con el Nobel se relaciona, además, con otros tumores, como el de ano, vulva, vagina y, según parece, con los de boca y pene también. Su mayor incidencia, el mayor problema de salud, es, sin embargo, el referido al cáncer de cuello uterino que afecta cada año a 2.100 españolas, lo que le coloca como el octavo más común entre las mujeres. El jurado de los Nobel dice que el descubrimiento de Zur Hausen «condujo a la caracterización de la historia natural de la infección provocada por el VPH, y de la comprensión de los mecanismos de la carcinogénesis y el desarrollo de vacunas profilácticas contra la adquisición de esta enfermedad». Una aldea rural Pero ¿quién es quién en este triple reconocimiento? El nombre más famoso de los tres, más incluso que muchas estrellas de cine, es el del francés Luc Montagnier, un hombre nacido en 1932 en Chabris, una aldea rural del centro de Francia que aún hoy tiene poco más de 2.600 habitantes. Profesor emérito y director de la Fundación Internacional para la Investigación y Prevención del Sida en París, tiene como principal mérito el de haber descubierto el agente causante del sida tan sólo dos años después de que la epidemia comenzase a mostrar su más devastadora cara en todo el mundo. Montagnier y su equipo habían bautizado al nuevo virus que habían descubierto como LAV (Virus Asociado a la Linfoadenopatía). Con este nombre tan largo y difícil, linfoadenopatía, se conoce a la inflamación de los ganglios que anuncia el sida, la enfermedad provocada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Montagnier sabía lo que tenía entre manos, pero fue un colega americano, Robert Gallo, quien pudo demostrarlo y contar al mundo un año después que, efectivamente, ese virus que habían visto en París, era el que causa el sida. Reconocimientos Son conocidas las disputas que este asunto generó entre uno y otro, pero quizás lo sean menos las que Montagnier tuvo con su más estrecha colaboradora, Françoise Barré-Sinoussi, a quien dicen que el popular investigador galo debe gran parte de sus éxitos científicos. Nacida en París en 1947 pasó a formar parte del equipo de virólogos de Montagnier en el Instituto Pasteur en 1974. Siete años después se pusieron a trabajar juntos, codo con codo en la búsqueda del agente causal del sida. Ella fue la primera en publicar un artículo ('Science', 1983) sobre el hallazgo de un nuevo retrovirus que luego se llamó VIH. El Nobel parece haber puesto a cada uno en su sitio. Zur Hausen (Gelsenkirchen, 1936), logró aislar dos cepas del virus causante de los tumores de cuello uterino a partir de sus trabajos con liebres. Prácticamente toda su carrera se ha centrado en el estudio de las causas que provocan la infección por el virus del papiloma humano y las consecuencias que ésta tiene en el organismo. Hoy preside el prestigioso Instituto Alemán de Investigaciones contra el cáncer (DKFZ), que contribuyó a fundar. El investigador alemán se lleva la mitad del millón euros con los que está dotado el premio. La pareja francesa se repartirá la otra mitad de la gloria.

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