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Los Reyes observan los fuegos artificiales desde el Balcón Rainillas, durante la ceremonia de clausura de la Exposición Internacional de Zaragoza. /EFE
Zaragoza cierra el grifo
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Zaragoza cierra el grifo

La Exposición Internacional de Zaragoza 2008 cerró ayer sus puertas con sentimientos encontrados: la satisfacción por el nivel formativo de la muestra y por el impulso que ha supuesto para la ciudad

JON GARAY

Lunes, 15 de septiembre 2008, 12:52

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La Exposición Internacional de Zaragoza 2008 cerró ayer sus puertas con sentimientos encontrados: la satisfacción por el nivel formativo de la muestra y por el impulso que ha supuesto para la ciudad, y la desazón por un número de visitantes inferior al esperado y por la dificultad que entraña llevar a la práctica las buenas intenciones expresadas en estos tres meses de conferencias, espectáculos y conciertos que han tenido como hilo conductor el agua y el desarrollo sostenible. El testigo lo recoge Corea del Sur: Yeosu organizará la próxima Exposición Internacional en 2012 con los recursos de los océanos como idea central.

La capital aragonesa ha sido durante las últimas semanas la referencia mundial sobre el agua, el desarrollo sostenible y el cambio climático. Desde que el 14 de junio abriera sus puertas y superada la inquietud inicial por la crecida del Ebro y la huelga de transportistas que tuvieron lugar aquellos días, la ciudad ha visto pasar una media diaria de 60.000 visitantes, que han podido disfrutar de los 140 pabellones habilitados y de los más de 5.000 espectáculos de danza, teatro y música.

Las instalaciones más visitadas han sido la Torre del Agua, el Acuario Fluvial y los pabellones de Aragón, España, Alemania y Japón, mientras que montajes como 'El despertar de la serpiente', 'El hombre vertiente' o 'El iceberg' han sido los más seguidos, con un número de espectadores que ha alcanzado los 2,5 millones en el primero de los casos. Entre los conciertos, destacaron los de Bob Dylan, Gloria Estefan, Bjork, Enrique Bunbury o Juan Luis Guerra.

Junto a las exposiciones y espectáculos, 2.000 expertos han pasado por la 'Tribuna del Agua', el foro que ha concentrado la aportación académica en la Expo. Federico Mayor Zaragoza, Jeremy Rifkin o el profesor Franklin M. Fisher han sido algunos de los ponentes de las 280 conferencias impartidas, que han incidido en la importancia del agua y de su equitativo reparto para el futuro de la humanidad y del planeta.

Gracias a este aula de debate, se han dado a conocer realidades alarmantes, como que una de cada seis personas sufren sed en el mundo, que las guerras del futuro tendrán como telón de fondo la lucha por este recurso o la confirmación de que la deforestación en Honduras agravó las devastadoras consecuencias del huracán 'Mitch'. «Debemos cambiar el nombre del planeta Tierra; vivimos en el planeta Agua», subrayó Lynn Margulis, bióloga de la Universidad de Massachusets.

El balance de estos tres intensos meses ha sido «notable» para los organizadores. El nivel intelectual de los ponentes ha sido indudable; el papel de los 65.000 voluntarios también ha sido destacado, y en cuanto a los espectáculos, el director de Contenidos de la Expo, Jerónimo Blasco, mostró su satisfacción y afirmó que habían recibido una nota de 7,84 puntos sobre diez por parte de los visitantes.

En el lado negativo, las dos muertes acaecidas en el recinto pusieron la nota triste a un evento que no ha cubierto las expectativas de asistencia de público -se esperaban superar los 6 millones de visitantes- y no ha tenido excesiva repercusión internacional, como reconocía ayer mismo el alcalde Juan Alberto Belloch. También hubo quejas por el tiempo de espera para acceder a pabellones como los de España o Alemania, por las exigentes medidas de seguridad o por los precios de los establecimientos de hostelería en el interior del recinto. Finalmente, cierto escepticismo se impone por la dificultad de llevar a la práctica los buenos propósitos expresados a lo largo de estas semanas y que quedaron plasmados en la 'Carta de Zaragoza'.

El futuro

Se espera que los más de 7.000 millones de euros invertidos den un fuerte impulso al futuro de la ciudad. Como sucediera con Barcelona a raíz de los Juegos Olímpicos, y a diferencia del caso sevillano en 1992, la capital aragonesa ha aprovechado para renovar sus infraestructuras y asomarse al Ebro. La modernización y ampliación del aeropuerto; la implantación de un ferrocarril de cercanías y un tranvía; la instalación de un teleférico, y los nuevos puentes erigidos sobre el río han transformado profundamente el rostro de Zaragoza. Las 25 hectáreas urbanizadas serán reutilizadas y conformarán la base de un futuro parque empresarial, un centro de ocio, además de acoger el Instituto para el Cambio Climático que el Gobierno se ha comprometido a crear. Por último, se edificarán en esta zona 12.000 viviendas. Se espera que esta nueva parte de la ciudad cobre vida a partir de 2010.

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