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Fernando Alonso (R28) se prepara para iniciar la sesión de entrenamientos de ayer. / EFE
El lazo invisible que une a Alonso, el Santander y Ferrari
AUTOMOVILISMO FÓRMULA -1

El lazo invisible que une a Alonso, el Santander y Ferrari

El banco no tiene ningún vínculo de patrocinio con el piloto, pero puede ser el puente para el desembarco en rojo del asturiano

JOSÉ CARLOS CARABIAS

Sábado, 19 de julio 2008, 04:28

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El Santander terminará patrocinando a Ferrari, dicen en el Santander. Sí, sí, corroboran fuentes de la Fórmula 1. Seguro, cuentan en Italia. Está hecho, pero no firmado, se escucha en voces más cautas. La entidad financiera impondrá su logotipo en la escudería estrella en 2010, pero el proceloso puente para el desembarco de Fernando Alonso no acaba de estar tan claro. El Santander y Alonso no van de la mano. Y el piloto zanja la cuestión hasta nueva especulación: «No he hablado ni con el Santander ni con Ferrari».

La multinacional que preside Emilio Botín depositó su caudal de millones en la Fórmula 1 el año pasado. Ingresó como segundo patrocinador de McLaren (el primero, Vodafone, aporta casi 60 millones anuales) a raíz de la llegada de Alonso. Su estrategia, sin embargo, respecto a la Fórmula 1 va más allá de localismos. El ovetense es un ídolo español, pero sobre todo es una garantía de publicidad por su apego a la victoria.

El Santander tenía un preacuerdo con Toyota en el invierno de 2006 y se decantó finalmente por McLaren al comprobar el impacto del fichaje de Alonso a nivel mundial. Los intereses del banco en Latinoamérica e Inglaterra son tantos como en España. La dimensión internacional de la F-1. Alonso tiene patrocinadores personales, que siguen sus pasos. A la Mutua Madrileña, desde que es quien es en la Fórmula 1, se han unido ahora Silestone y Pepe Jeans, entre otros. El Santander siempre se ha vinculado a los equipos, no al piloto. Patrocina a McLaren en un acuerdo de tres años (está cumpliendo el segundo) y también a Renault a través del portal educativo Universia (figura en el mono, pero no en el coche). Alonso cobró del Santander en los anuncios que protagonizó con Pedro Martínez de la Rosa el año pasado, pero no del montante general del compromiso con McLaren.

Por ese ángulo de la negociación tiene siempre mucho que decir Alejandro Agag, hombre fuerte en las mesas de contratación de la Fórmula 1. El empresario mueve hilos, establece contactos, presenta a gente y cobra por su trabajo de intermediario y relaciones públicas. Y sueña con levantar una escudería española de F-1, a partir de una multinacional potente y 300 millones de colchón. Todo se explica en dólares en la Fórmula 1. Así se comprende que sea Fisichella el que pilota un Force India y no el vallisoletano Roldán Rodríguez. O que Kovalainen acompañe a Hamilton en McLaren y no otro. Detrás de cada operación está la mano del benefactor de ambos y gerente de parte de sus intereses, Flavio Briatore.

«Claro que nos gustaría que Alonso nos acompañase a Ferrari, pero Ferrari no va a admitir que nosotros le impongamos un piloto», cuentan en la planta noble del Santander. Tampoco Alonso y su mundo admitirían, por orgullo más que nada, que el banco español facilitase su entrada en la escudería italiana por una cuestión de paisanaje, concepto éste que se considera vulgar en la Fórmula 1. Quieren ganarse una plaza en Maranello por su talla de pilotaje.

Alonso, sexto

Este fin de semana hay carrera en Hockenheim (Alemania) -el británico Hamilton dominó ayer los entrenamientos- y las especulaciones sobre el futuro de Fernando Alonso -sexto ayer- ya han comenzado sin freno posible. El paquete aerodinámico previsto para el R28 no alienta grandes esperanzas de mejoría y, en estos momentos tan proclives para las adivinanzas y el rumor, cobra vigor aquella frase que salió del camerino del piloto asturiano apenas comenzada la temporada en Australia. «Mucho va a tener que convencernos Renault para que nos quedemos».

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