La 'cirugía vegetal' logra salvar a las palmeras afectadas por el picudo rojo

En los meses transcurridos de este año 2008 se han tenido que cortar un total de 40 palmeras dentro del término municipal de Motril, todas ellas pertenecientes a propiedad privada y una sola a Carreteras. Este 'saldo' no es nada comparado con el desgarrador balance de pérdida vegetal -han sido ya centenares- sufrida desde el año 2001, fecha en la que el hizo su aparición en la Costa Tropical el impopular 'curcuilionido ferruginoso' (Rhinchophorus ferrugineus), es decir el 'picudo rojo' también conocido como gusano de las palmeras, autor de la peor y más silenciosa plaga que han sufrido las palmeras canarias y datileras en las últimas décadas.

Una plaga que, según el congreso nacional de parques y jardines celebrado la pasada semana en Elche, camina ya decididamente hacia el interior de la península tras devastar las zonas costeras. Pero su acción, por desgracia, no ha acabado aún en la Costa Tropical y en tan solo dos meses se espera se evidencie una nueva debacle, según advierten los técnicos que siguen la evolución del picudo.

Precisamente, varios técnicos municipales del área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Motril se han convertido en los principales defensores de estos ejemplares. Sin su empeño y acción decidida el resultado hubiera sido tan funesto que habría llegado a acabar con las tradicionales imágenes de los jardines públicos. Salvar el palmeral de las Explanadas o de otras zonas está siendo una auténtica proeza.

Y como las guerras se ganan a batallas, una de ellas se ha saldado con una auténtica victoria tras conseguir recuperar algunas palmeras (con muchos años de existencia) gracias a una espectacular intervención 'in extremis' que ha supuesto realizar la «cirugía mayor» a cada ejemplar.

Joaquín Bustos, técnico municipal, explica que los técnicos motrileños se han fijado en las actuaciones que se están realizando en Málaga sobre palmeras afectadas moderadamente por Rhynchophorus ferrugineus, y procedieron a actuar con las mismas técnicas para salvar a algún ejemplar que estaba en estas condiciones. Dicha actuación ha consistido en eliminar todas las hojas afectadas y con presencia de plaga, así como parte de la baloma o capitel de la palmera, hasta llegar a la zona limpia de galerías y exenta de daños. La primera palmera elegida estaba (y está) en el Varadero. La poda se realizó a mediados de diciembre. No le dejaron hojas y a primeros de enero, el palmito ya brotaba. A fecha de junio de 2008 el cogollo se muestra. Todo un logro.

Corte cero

«El Servicio de Parques y Jardines de Motril, está haciendo todo lo posible para ir este año 2008 a un corte cero en los jardines públicos», relata Bustos, y este es un procedimiento que al menos intentará salvar las palmeras que aún no tenga el cogollo podrido.

De hecho, se podrían haber salvado muchos ejemplares por este sistema. En otros casos, muchos motrileños pueden contemplar como en el propio Paseo de las Explanadas hay otra palmera que se debate a fondo para salir adelante. Si bien esta ha rebrotado sin haber sido pelada previamente, por lo que tiene el cogollo hacia un lado, al igual que otra que existe en la zona de la Era.

Este sistema, no obstante, tiene sus lógicas prevenciones. En las parcelas y fincas privadas se va a permitir la utilización de este método pero se exigirá autorización para que la Administración sepa donde se va a a practicar esta intervención y así saber «donde hay un atrayente de plagas», explica Bustos. Y es que, «donde hay cicatrices va el bicho».

Es más, en ámbitos municipales se baraja ya la posibilidad de contemplar todas estas cuestiones dentro de la Ordenanza de Jardines que se aprobó en 2007 y en la que habrá que incluir una modificación.