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Las 25 taquillas reventadas por los alumnos. J.E.CABRERO
Menores de una casa de acogida 'toman' el centro, aterrorizan al personal y roban en sus 25 taquillas
GRANADA

Menores de una casa de acogida 'toman' el centro, aterrorizan al personal y roban en sus 25 taquillas

Los trabajadores han denunciado tres casos de agresión en el último mes «¿Quién nos defiende a nosotros?», lamentan los trabajadores del Ángel Ganivet

JOSÉ E. CABRERO

Miércoles, 4 de junio 2008, 20:17

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«Lo de anoche fue la gota que colma el vaso». Los trabajadores del centro de menores Ángel Ganivet no pueden soportarlo más. No saben poner un principio, pero están convencidos de que «ya hace mucho tiempo» desde que empezó el problema. Los niños -en su mayoría adolescentes y todos magrebíes- que viven en la residencia han conseguido que tanto educadores como el resto del personal trabajen «aterrorizados por lo que los menores puedan hacerles». Tan sólo en el último mes han denunciado tres casos de agresión física: un guantazo en la cara, «que obligó a la chica a maquillarse para que no se viera la marca»; un puñetazo en las costillas y un moratón «enorme» fruto de los empujones a los que sometieron a un celador.

Pero en la madrugada del lunes al martes un grupo de menores irrumpió en el vestuario de las trabajadoras y reventó 25 taquillas. «Vine -relata una limpiadora- y me fijé que la ventana del cuarto de baño estaba abierta, como de un empujón. Acto seguido descubrí unas pisadas que iban a la habitación y me encontré con las taquillas abiertas y todas nuestras cosas por los suelos». El resultado: carteras vacías -en algunos casos, pérdidas de hasta 120 euros-, bonobuses, tabaco, mp3, Ipod (por valor de 300 euros) y cámaras de fotos.

«Se colaron por el techo. Rompieron la ventana. Imagínate si alguno de nosotros pasa por allí en ese momento. Nos dan. Tememos por nuestra salud -describe una empleada, con la mirada perdida en el suelo-, estamos desprotegidos y encima nos niegan el plus de peligrosidad».

'Cuarenta ladrones'

Algunos de los objetos robados aparecieron ayer por la mañana desperdigados por los jardines de la Alhambra. «Lo que no ha evitado que todos denunciemos lo sucedido en la Policía... Aunque no sirva para nada», afirma una educadora, impotente. Según una representación de la plantilla (de 60 trabajadores), llevan «con miedo mucho tiempo». «Son 'Alí babá y los cuarenta ladrones'. Estamos protegiendo a delincuentes y queremos que nos escuchen. Las agresiones físicas están provocando agresiones psicológicas y cuando vamos a la policía nos dicen que no pueden hacer nada. Claro, los niños saben que están protegidos por ley, pero, ¿quién nos defiende a nosotros?». Desde el centro se sienten, ante todo, «impotentes». «El que nos ha robado está aquí, durmiendo con nosotros. No nos sentimos protegidos y necesitamos una medida preventiva. Sentirnos seguros. Ahora mismo te dan 'respuestas' a posteriori: si te clavan una navaja en el hígado te corresponde tanto, si es en el pulmón, tanto, si es en el corazón...»

Exigen que la Fiscalía «se pringue» y ofrezca un protocolo corrector. «Si nos roban deberían ser trasladados a otro centro, como reprimenda. Que vean las consecuencias». En el centro hay 24 menores y se espera que para verano se llegue hasta los 40. «Siempre con el mismo personal, con los mismos problemas».

No fue posible ayer recoger la opinión sobre estos hechos en la Junta de Andalucía.

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