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En la imagen, el reelegido priemr ministro en el Líbano, Fuad Siniora. /EFE
Fuad Siniora se enfrenta a la tarea de estabilizar la situación en el Líbano tras ser reelegido primer ministro
ratificado por el parlamento

Fuad Siniora se enfrenta a la tarea de estabilizar la situación en el Líbano tras ser reelegido primer ministro

En su primer discurso a la nación, promete presidir un gobierno que defienda "el estado de derecho, la democracia y la justicia"

AGENCIAS |

Miércoles, 28 de mayo 2008, 22:56

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El presidente libanés, Michel Sleiman, ha ratificado a Fuad Siniora como primer ministro y con el encargo de formar un Gobierno de unidad nacional que dirigirá el país hasta la celebración de elecciones parlamentarias en 2009 y que aleje al Líbano de la crisis que casi lo arrastra a una guerra civil.

Tras una larga jornada de consultas en la que Michel Sleiman, elegido el pasado domingo Jefe del Estado, se reunió con los diputados de los distintos grupos parlamentarios, la Presidencia del país ha anunciado que la candidatura de Siniora había sido apoyada por 68 de los 127 parlamentarios, mientras que 59 no habían presentado ningún candidato.

Nada más proclamarse su reelección, Siniora ha pronunciado un discurso por televisión en el que ha prometido presidir un gobierno que defienda el estado de derecho, la democracia y la justicia. "Miro al futuro con los libaneses, un futuro que nos lleve del periodo de los problemas a uno de estabilidad, donde exista la alternancia democrática y el respeto a la Constitución, en el que se toleren los unos a los otros".

En un tono conciliador, Siniora ha remarcado que su Ejecutivo será el de "todos los libaneses, de conformidad con el acuerdo de Doha", alcanzado la semana pasada por los principales líderes libaneses en Qatar para sacar al país de la crisis. Además, ha asegurado que desea mantener buenas relaciones con todos los Estados, incluyendo Siria, al que la mayoría parlamentaria responsabiliza de los males que han hundido al Líbano.

El recién designado primer ministro ha hecho un llamamiento a las facciones libaneses a que participen en la cura de las heridas y a que superen las divisiones, para inaugurar una nueve era de entendimiento, sin "recurrir a la violencia".

Deberá ganarse la confianza de la oposición

En ese contexto, ha afirmado que el proceso democrático que vive el Líbano, gracias al acuerdo de Doha, "ayudará a formar un Gobierno de unidad nacional, por lo que debemos aferrarnos a ese acuerdo y aplicarlo en su totalidad". Además, ha adelantado que su objetivo es cooperar con el Parlamento y las otras instituciones del Estado, y ha asegurado que "la modernización del Ejército será una de las prioridades de su Gobierno.

Asimsimo, se ha comprometido a mantener buenas relaciones con los países extranjerosy ha pedido la aplicación de todas las resoluciones de Naciones Unidas, y, en particular, la resolución del Consejo de Seguridad 1701 para resolver el conflicto de 2006 entre Israel y Líbano.

Sin embargo, Siniora tendrá que hacer un esfuerzo titánico para ganarse la confianza de la oposición, que lo observa con suspicacia. Su pimera misión será formar un gobierno compuesto por 30 carteras, once de las cuales irán a parar a la oposición que obtendrá así el derecho a veto, tal como ha exigido desde el comienzo de la crisis. Tres de los ministros, entre ellos el de Interior serán elegidos directamente por el presidente, mientras que el resto de los cargos corresponderán a la mayoría parlamentaria.

Representa "la discordia y no el consenso"

Sin embargo, mientras que Anuar Jalil, diputado del grupo chií opositor Amal, ha asegurado que su grupo no ha ofrecido apoyo a ningún candidato, aunque participará en el futuro gobierno, el principal movimiento chií, Hezbolá, líder de la oposición, ha advertido por medio del presidente de su grupo parlamentario, Mohamed Raad, de que la designación de Siniora contradice el acuerdo de Doha.

En este sentido, el dirigente cristiano opositor Michel Aoun, ha declarado que Siniora representa "la continuación del pasado, es decir, la discordia y no el consenso".

Por su parte, el dirigente de la mayoría parlamentaria, Saad Hariri, ha querido salir al paso de las críticas que aseguran que la nominación de Siniora esconde la intención de provocar a Hezbolá, y ha aseverado que su nombramiento no está destinado a desafiar a nadie y ha insistido en que la reconciliación alcanzada en Doha requería que Siniora volviera a ocupar ese puesto.

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