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Cultura-Granada

Boris Spassky: «Si se pierde, lo mejor es olvidarlo lo antes posible»

Muy apenado por la muerte de Fischer, su eterno rival, este mito se define como luchador y pesimista

ÁNGELES PEÑALVER

Viernes, 4 de abril 2008, 04:42

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Boris Vasilievich Spassky (1937, San Petesburgo) se proclamó Campeón del Mundo de Ajedrez en 1969. Este aficionado al vino, «aunque no mucho al Rioja, mejor los caldos franceses», fue un niño prodigio y ha pasado a la historia como un gran jugador, pero su fama se debe a haber sido el hombre al que batió el estadounidense Robert J. Fischer en el 'match del siglo' disputado en Reikiavik (Islandia) en 1972. A pesar de esa supuesta rivalidad, a este alegre soviético se le ensombrece la cara cuando es preguntado por Fischer, que murió hace un mes y medio. «Fue un golpe muy duro. Fue un hombre muy honesto, en el ajedrez y en la vida. Un gran ser. La gente no lo entendió», dijo ayer de su eterno rival este gran luchador, ya jubilado.

-¿Le ha servido el ajedrez para vivir o ha llevado enseñanzas de la vida al tablero?

-Nunca he pensado acerca de eso. He tomado el ajedrez y la vida tal y como venían, aunque con sólo 9 años yo ya tenía una pasión que era el ajedrez, y con 10 años ya era un profesional.

-¿Qué es más difícil, perder o ganar?

-Ganar es muy placentero, como en la vida misma. Perder, a veces, no es un contratiempo, sino que es interesante, forma parte del juego. Pero en ocasiones, si se pierde, lo mejor es olvidarlo lo antes posible, como en la vida misma, eliminar las emociones negativas.

-¿Cómo definiría el ajedrez: arte, deporte, ciencia...?

-No tengo una respuesta para eso, aunque lo he pensado muchas veces. Cuando era joven, cuando era un campeón, yo lo consideraba un 'juego limpio', pero ahora no puedo afirmar eso, se ha convertido en algo muy misterioso para mí. Tiene tantas caras... el ajedrez es deporte, arte, psicología, geometría, matemáticas, momentos irracionales...

-¿El ajedrez de hoy es mejor o peor que el de su época?

-Es diferente por los ordenadores, en mi época los jugadores estaban más cerca de lo que significa el juego. Hoy los profesionales más altos del escalafón están muy influenciados por las computadores, que no piensan.

-¿Quién es para usted el mejor de todos los tiempos?

-No lo sé, sólo le puedo hablar de los que me gustan a mí. Me encanta Paul Morphy, era un genio, aunque estaba loco. Arlequin era un hombre de arte. Me gusta Kasparov, Mijail Tal... Aunque para mí el jugador ideal fue Paul Keres, era culto, un caballero, educado, nunca arremetía contra nadie, aunque tuvo una vida trágica, ya que fue acusado de nazi por haber jugado en la Europa sometida por Hitler, y eso era una estupidez.

-Como en el ajedrez, ¿Boris Vasilievich Spassky ve la vida en blanco o en negro?

-Yo soy pesimista en el fondo, aunque parezca y viva como optimista. Incluso en el ajedrez, yo sólo luchaba, no pensaba en qué iba a ocurrir al final.

-¿Qué dama le ha hecho perder la cabeza?

-(Tarda un gran rato en responder. Su mujer, Marina, está junto a él en la entrevista)... Esta pregunta es muy incisiva. Debo decir que con mi mujer, Marina, he vivido una vida muy buena. (Ella es su segunda esposa y llevan treinta años juntos).

-¿Cuál ha sido la torre más alta que ha visto caer?

-No daré nombres, pero he visto mucha propaganda detrás de la que no se escondía nada. En lo artístico siempre hay momentos de subida y de bajada.

-Usted, nacionalizado francés, ¿qué tal ve al presidente Sarkozy?

-Yo sólo soy francés en el pasaporte, tampoco me siento ruso. En mi imaginación tengo una idea de Rusia como la que don Quijote tenía de Dulcinea, pero eso es en la vida irreal. En realidad, yo ya no vivo en la vida real, vivo en otro espacio, no sé muy bien dónde. De Sarkozy no hablo, pero he visto caras más agradables que la de George Bush.

mapenalver@ideal.es

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