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ALMERÍA

«Si no hay una rebelión, seguirá la dictadura», avisan los disidentes

C. CALVAR

Miércoles, 20 de febrero 2008, 04:01

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Los disidentes cubanos asentados en España acogieron con cautela y con reservas la noticia de la retirada de Fidel Castro. No hubo en Madrid, a diferencia de lo que ocurrió en la capital del exilio cubano, Miami, festejos ni muestras de alegría en las calles. Para los críticos con el régimen, que Castro suceda a Castro equivale a «continuidad» en la isla, aunque admitieron que sin Fidel ya nada será igual.

Los cuatro disidentes liberados el pasado sábado y enviados a España exhibieron en rueda de prensa sus escasas esperanzas en el proceso. «No estamos seguros de que con Raúl esto vaya a cambiar», explicó el sindicalista Pedro Pablo Álvarez Ramos, para quien «hasta que no se reconozca el derecho cubano a decidir su futuro, no habrá cambios». «Con el único Raúl que habrá cambios en Cuba es con Raúl Rivero», comentó a su lado Alejandro González Raga, en alusión al poeta condenado como enemigo de la revolución. En su opinión, Cuba vivirá «otros cincuenta años» de dictadura con Raúl Castro «o con quien sea» y la isla no verá cambios «si el pueblo no se levanta» para reclamar sus derechos.

José Gabriel Ramón Castillo, compañero de Álvarez Ramos, de González Raga y de Omar Pernet -también presente en la comparecencia ante la prensa- en el llamado 'grupo de los 75', detenidos y encarcelados en marzo de 2003, explicó que la marcha de Fidel supone «un cambio de poder nominal», pero no verdadero. Ramón Castillo auguró que quien ha dirigido Cuba durante medio siglo «va a estar ahí, entre bambalinas», ocupando un puesto de consejero o asesor de la Revolución y «nadie le va a quitar su autoridad, porque en Cuba no hay nadie que la cuestione».

El presidente de la Plataforma Cuba Democracia Ya, Rigoberto Carceller, coincidió con Ramón Castillo en declaraciones a la Cadena Ser en que mientras Castro «tenga signos de vida, estará siendo una sombra para el futuro de Cuba».

«Reconciliación»

En un comunicado fechado en La Habana, el presidente del Movimiento Cristiano Liberación, Oswaldo Payá, pidió que el sustituto de Fidel Castro sea «el pueblo soberano». Por ello, emplazó a la Asamblea Nacional de Cuba y a todos aquellos con poder en la isla que trabajen «inmediatamente para transformar las leyes, para que los ciudadanos tengan derecho a expresarse, asociarse, transformar la ley electoral, convocar elecciones libres, liberar presos políticos pacíficos o para que en orden y en paz, en un ambiente de reconciliación, el pueblo cubano pueda iniciar una nueva etapa en su vida».

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