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INCISIVO. Francisco trata de irse con el balón ante la marca de Diego Jaume. GECA SPORT
Botín insuficiente
hércules 0 - Granada '74' 0

Botín insuficiente

El Granada 74 suma un punto en el Rico Pérez pero se deja dos por su nula ambición en la primera parte y el escaso acierto ante la portería en la segunda

MANUEL PEDREIRA. ENVIADO ESPECIAL

Lunes, 4 de febrero 2008, 08:32

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Quien no se moja, no pasa la mar, dice el refrán castellano. El '74' se presentó en el Rico Pérez con un panorama propicio para dar un estirón en la tabla pero sólo alcanzó a sumar un punto, botín insuficiente para rentabilizar los tropezones de Sporting, Celta y Real Sociedad. Debieron ser tres puntos pero la cosecha también pudo quedarse en nada si el portero Jaime no llega a sacar dos manos prodigiosas en sendos remates de Rubén Navarro e Ion Vélez mediada la segunda parte, la única, por cierto, en la que el balón se paseó con peligro por las áreas.

El partido resultó un fiasco en la primera parte, con los dos equipos enfrascados en un duelo táctico, repleto de miedos y con mínimas ocasiones de peligro, más producto de errores en las líneas defensivas que del ingenio de los atacantes. Y eso que, por ejemplo, el granadino Ismael López conserva calidad para enamorar aún por la banda izquierda. Afortunadamente para el '74', al ex del Betis y el Granada CF le queda el gas justo para cuarenta y cinco minutos. Mientras le duró el resuello, sacó de quicio a Juanlu con regates hacia adentro y roscas al área que no acabaron en remates porque Martí Crespí y Fagoaga estuvieron colosales.

También Farinós -una final de 'Champions' le contempla- anda sobrado en esta categoría y se movió felino entre líneas en la primera parte para retrasar su posición en la segunda y abrir los caminos al juego de su equipo, espoleado también por una grada cabreada.

El primer tiempo deparó lo que se denomina un 'partido cerrado', es decir, con el candado echado a los huecos, al juego combinativo y al desborde individual. Un tedio desplegado en poco espacio y que a los teóricos de la estrategia les hizo abrir el manual del aburrimiento una y otra vez para comprobar con satisfacción que todo marchaba según lo previsto.

El '74' dudaba entre amarrar un punto para llegar a los 50 que dicen que lo salvarán, o hacer lo que el cuerpo le pedía, que no era otra cosa que comerse al Hércules, ganar el partido, sumar tres puntos y, de paso, acelerar para esa meta gris de los 50.

El fútbol americano de la primera parte, en la que los equipos no avanzaron en metros sino en yardas pero sin apuntarse ningún 'touchdown' se quedó, felizmente, en la caseta. El Granada 74 protagonizó entonces unos 20 minutos formidables a los que les faltó el gol. El tanto debió llegar en una jugada que salió de las botas de Saizar y continuó con un ajustado remate de Javi Guerra, tan ajustado que el balón dio en un palo se marchó camino del otro y, entre medias, vio pasar a Francisco que a contrapié sólo pudo mirar y lamentarse.

Esa insólita oportunidad perdida recreció el ánimo del '74' y el de Luque, perdido en zonas inocuas en la primera parte y mucho más participativo en la segunda. Saizar hizo lucirse a Unai Alba, Falcón mandó otra a las nubes y el propio Luque, zurdo cerrado, malgastó una ocasión mientras buscaba su mejor perfil para el disparo.

El Hércules se estira

El Hércules, atónito y resoplando aliviado por ver su portería a cero, aceptó la propuesta y comenzó a lanzar oleadas sobre el área de Jaime. En una de ellas, Rubén Navarro soltó un tirazo desde lejos que, tras doblar las manos del portero, se estrelló en el poste. Desde ese momento, el partido entró en una fase de juego vertiginoso, de área a área, con sustos, fallos y llegadas en tromba a las dos porterías y con una exigente afición local tan confusa que aplaudía y pitaba a los suyos al mismo tiempo.

Tapia, que había recompuesto el doble pivote con Falcón en el lugar de un lesionado Gibanel, optó por intentar retener al máximo la pelota e incrustó a Dani Fragoso en el medio en sustitución de un extenuado Javi Guerra. La medida, sensata, funcionó a medias y el balón comenzó a durarle a los rojillos un parpadeo. Los de Goikoetxea empujaron al '74' a su área pero con escasa claridad y menos ingenio. Las fuerzas andaban justas y el último cuarto de hora quedó en manos de las jugadas de estrategia locales y de la posibilidad de un contragolpe visitante.

Y llegó el 'jaimazo'. El Hércules, que dejó de respirar en el tiro al poste de Javi Guerra, hinchó sus pulmones para gritar gol en un cabezazo de Ion Vélez, pero no contó con la estirada de Jaime. El balón iba abajo, ajustado y con bote, gol cantado... hasta que el portero de Valdepeñas saltó hacia el costado, alargó los guantes y rozó lo justo para dar córner y un punto a su equipo, un '74' que al final se mojó... pero se quedó en medio de la mar.

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