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DIVERSIÓN. El aspecto lúdico del entrenamiento es la base metodológica que siguen los monitores del Patronato. / LUCÍA RIVAS
El ‘boom’ de las paletas
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El ‘boom’ de las paletas

La moda del pádel llega a Granada con fuerza y el Patronato Municipal de Deportes se ha hecho cargo de esa demanda para ofrecer a los deportistas la posibilidad de practicarlo mediante precios populares y monitores especializados

ANTONIO R. SERRANO |

Lunes, 14 de enero 2008, 11:41

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Los chicos observan las indicaciones del monitor con mucha atención, ávidos de conocimiento, para poder dominar la técnica del pádel. En fila india, en ocasiones se acercan a la red para golpear la bola y en otras retroceden para responder a un globo que les ha mandado su oponente. Las pelotas ruedan por la pista y algunas vuelan hasta otro escenario paralelo donde deportistas adultos siguen el mismo proceso de aprendizaje y una sonrisa enorme aparece en el centro de las caras de los chavales, lo que desvela que están disfrutando. «De eso se trata, de que los chicos pueden practicar el deporte más puntero mediante la diversión», tal y como expresa Juan Miguel Arnedo, coordinador del área de pádel del Patronato Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Granada, que es quien hace posible todo esto.

Cualquier ciudad moderna que se precie, y Granada lo es, ha de ofrecer a sus ciudadanos una serie de servicios para que puedan desarrollar una vida plena. Una vez cubiertas las necesidades básicas llega el momento de hacer llegar a todo el mundo lo que hasta entonces había sido exclusivo. Esto ocurre con el pádel. Este deporte «es una adaptación del tenis que comenzó a practicarse en los barcos, de ahí que las dimensiones sean menores y de que haya cristales a los lados, para que no se perdieran las bolas», según explica Juan Miguel Arnedo. «Los primeros que comenzaron a practicar el pádel fueron los argentinos a principios de los años 80, y de ahí pasó a España a través la Costa del Sol», continúa el coordinador, «en aquél momento eran pocos los que practicaban este deporte y lo hacían en clubes privados, que fueron los primeros lugares donde se construyeron las pistas».

Hoy por hoy, la práctica del pádel está muy desarrollada a lo largo de toda la geografía española y no hay urbanización de nueva construcción que se precie que no incluya en su memoria de calidades alguna cancha para poder practicarlo. De ahí la idea tan digna que, el Ayuntamiento de Granada a través del Patronato de Deportes, ha tenido con la inclusión de este deporte en la oferta de juegos deportivos. Y no sólo eso, sino que el consistorio ha preparado la construcción de un complejo destinado específicamente a tal uso: el Centro de Pádel Sierra Nevada que se inauguró el pasado 27 de noviembre.

Dentro de que es un deporte minoritario «la asistencia de jóvenes cada vez va a más, aunque todavía el 70% de los usuarios son adultos», aclara Juan Miguel Arnedo.

Como deporte, hay una diferencia abismal con el tenis, «en la práctica del pádel no se requiere ni la misma condición física ni la misma calidad técnica, por lo que con bastante menos se puede empezar a disfrutar, y eso es lo que les pasa a los chavales. En cuanto cogen un poco de dominio del golpeo, y aprovechando que las paredes se puedan usar en el juego, consiguen un gran dinamismo, lo que hace que sea un deporte muy divertido», explica Juan Miguel.

En la actualidad, el Patronato cuenta con cerca de 190 usuarios -30 de los cuales son niños- aunque la demanda es altísima, por eso está en proyecto la ampliación de instalaciones en el Zaidín y en la Chana, para que se pueda pasar de 6 pistas que hay ahora a 14.

La oferta infantil por parte del Patronato se compone de dos niveles de iniciación donde casi todos los chicos se enfrentan por primera vez con este deporte.

En cuanto a la enseñanza, «lo que intentamos es que la didáctica para el aprendizaje del pádel se haga a través del juego, para que los chicos estén disfrutando la hora entera de clase. No queremos que se trate de un trabajo tedioso, donde se repitan ejercicios», apostilla el coordinador.

El primer plazo de clases comenzó el pasado 1 de noviembre y se prolongará hasta finales de enero, con precios populares y dos sesiones semanales de 1 hora de duración cada una, donde los monitores se encargan de que los chavales realicen «un calentamiento previo, una parte principal donde se desarrolla lo que el profesor busca y una vuelta a la calma en su fase final, para que los alumnos vuelvan al estado inicial de una forma natural», concluye.

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