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Leticia Sabater, en el Hotel Meliá de Granada. / E. TÉBAR
Leticia Sabater, actriz: «No me va el 'aquí te pillo, aquí te mato'»
Cultura-Granada

Leticia Sabater, actriz: «No me va el 'aquí te pillo, aquí te mato'»

La intérprete encarna a la promiscua Samantha de 'Sexo en Nueva York', que este fin de semana se representa en Granada

EDUARDO TÉBAR

Jueves, 10 de enero 2008, 02:51

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El grupo de treintañeras más famoso de Estados Unidos llega a Granada en su versión española. La comedia musical inspirada en la popular serie 'Sexo en Nueva York' traerá este fin de semana al Teatro Isabel la Católica a Charlotte, Miranda, Samantha y Carrie, nombres conocidos por los millones de espectadores que esta producción televisiva acumula en todo el mundo. El personaje de la provocativa y desinhibida Samantha Jones -Kim Catrall en el formato original- lo encarna en nuestro país Leticia Sabater (Barcelona, 1966). Contenta tras haber participado en la película 'Trece rosas' -nominada a 14 premios Goya-, la ex presentadora de programas infantiles asegura que «el público se va a encontrar una obra muy divertida, con música, glamour e interactuación con los asistentes». Ella da vida a la mayor de la pandilla, una mujer liberal y de una extraordinaria voracidad en el sexo.

-¿Y en qué se parece Leticia Sabater a Samantha Jones?

-¿Sólo en el pelo rubio! Es difícil parecerse a Samantha. Yo no soy tan atrevida en la vida real. Precisamente, lo bonito del teatro es que una puede desmelenarse, pero fuera del escenario soy mucho más recatada que ella. Hay que tener en cuenta que Samantha es bastante extremista y muy cómica. Dice todo lo que piensa, así que suelta muchas bombas por su boca. Lo que me atrae de ella es su carácter natural y que es la más abierta sexualmente.

-Samantha suele decir que quiere «a las mujeres para la amistad y a los hombres para la cama...»

-Y he adoptado esa máxima en mi personaje de la obra. ¿Pero sólo en la obra!

-Se trata de la más promiscua del grupo de amigas. ¿Eligió el personaje por alguna razón especial?

-Al leer el guión, me volví loca con Samantha. Dije: «¿Yo quiero ser Samantha!». Últimamente he hecho de carcelera, de lesbiana, de niña Me faltaba un personaje así de lanzado, alguien fuerte, sin tabúes, que rompiera con mi imagen anterior y que sorprendiera al público.

El amor y las edades

-¿Le agradaría llegar a ser como Samantha, una madurita jovial que sigue dando juego?

-Ser maduro mientras eres joven de espíritu es lo mejor que te puede pasar en la vida. El amor no tiene edad. Puedes encontrarte a gente divertidísima y de lo más atractiva con 60 años y también a plastas de 20. Lo importante es mantenerse joven por dentro, en eso consiste estar vivo. Pero, insisto, soy mucho más recatada. No me va el 'aquí te pillo, aquí te mato'. Quizá por esa razón me sorprende tanto Samantha.

-¿Cambiaría mucho la obra si se llamase 'Sexo en España'?

-Hombre, no estamos tan avanzados como Estados Unidos en temas de sexo, pero algo sí que hemos progresado. Supongo que los personajes serían parecidos. Pienso en amigas mías que no tienen problemas por enrollarse con alguien que han conocido, simplemente porque les apetece. Creo que en España somos cada vez más tolerantes. Estamos en un punto ideal para el sexo, sin llegar a lo de Nueva York, que es una ciudad más loca.

-Según los últimos datos, los españoles están cada vez más satisfechos con sus parejas en el terreno de las relaciones sexuales. Pero, ¿en igualdad de condiciones?

-Nos encontramos en un momento fenomenal. Antes, la mujer era más retraída en España. Hemos superado esa fase sin pasarnos de rosca, como ocurre en Nueva York. La desigualdad sigue en el sentido de que el hombre puede tener sexo una noche sin que pase nada, quedando como un machote. En cambio, si lo hace una mujer, enseguida se la señala con el dedo.

-Muchos de los chavales que crecieron con usted en la tele ahora son hombres hechos y derechos. ¿Qué le gustaría que pensasen de esta Leticia Sabater?

-He visto reacciones de sorpresa. Muchos no se lo esperan y les gusta porque estoy muy divertida en el personaje. Recuerdo a una señora que se me acercó impactada porque le había encantado pese a que Samantha es escandalosa.

Retos

-También ha interpretado a una carcelera en la nominada 'Trece rosas'. ¿Estos nuevos registros le ayudan a crecer como actriz?

-Sí, son retos muy importantes. La carcelera es una mujer con mucho carácter, mucho genio Ahora interpreto a una mujer frívola. Es un gran paso en mi carrera. En este país se tiende a pensar que si triunfas haciendo una cosa no sirves para otra. Para mí, lo importante es la reacción del público. En este caso, su sonrisa.

-¿Le ha costado mucho abandonar el rol de personaje para el público infantil?

-Lo que me ha costado más trabajo es el teatro. Los 'frikis' pueden hacer tele, pero no teatro. Todo lo que sé me lo enseñó Arturo Fernández, y le costó mucho sudor. Subirse a un escenario tiene la dificultad de conseguir que el hombre que llega con sus problemas salga contento de la función. En el teatro no se puede cambiar de canal.

-En los últimos meses ha protagonizado algunos momentos subidos de tono en los programas del corazón. ¿En el fondo es una exhibicionista?

-No. No me gustan los programas del corazón. Intento por todos los medios no salir en ellos. Es lo menos recomendable para la carrera de una actriz y presentadora.

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