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COSTA ABAJO

El turno de Diego

MIGUEL GONZÁLEZ

Viernes, 4 de enero 2008, 03:23

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Donde dije digo, digo Diego (Martínez). Ese parece el proceder que ha seguido el presidente del Motril en cuanto a la elección de entrenador se refiere. Mingorance presumía de tener atado y bien atado al inquilino del banquillo blanquiazul no sólo de cara a la próxima temporada sino incluso para suplir una hipotética salida de Amezcua antes de tiempo, sin embargo, la dimisión del técnico jiennense cinco minutos antes de cesarlo acabó por desmontarle los planes, aquellos en los que se ponía al frente de la 'nueva etapa' del Motril a personal de la casa. Y es que la contingencia que ha supuesto la marcha de Amezcua ha dejado en evidencia esa apuesta presidencial por los que se encuentran al servicio del club. Sí, el Motril cuenta en su organigrama técnico y directivo con tres entrenadores con el título nacional (Hontoria, Paco Bea y Wilder Barcos) -los dos primeros muy bien pagados pese a su trabajo a tiempo parcial- pero, no obstante, ninguno de ellos -por diferentes causas- parece valer para una emergencia.

Eso sí, tal vez en este caso sea cierto aquello de que no hay mal que por bien no venga. Diego Martínez es un entrenador con proyección, dejó una buena carta de presentación al frente del Arenas y su juventud también supone un valor añadido en ese intento de insuflar nuevos aires al club costero. Si la renovación no lleva implícita la precipitación, y no parece el caso, mejor ahora que esperar al verano, al fin y al cabo la temporada ofrece más expectativas que exigencias, una ventaja también para que el joven mister gallego trabaje sin excesiva presión.

No se puede renunciar a los 'play-offs' en un Grupo IX tan igualado desde la mediocridad, pero, siendo consecuentes con lo que hay en plantilla, alcanzarlos ya sería un gran premio mientras que quedarse fuera no supondría ningún drama. A Diego Martínez no se le va a pedir que haga honor a todo aquello que sus mentores le atribuyeron en la presentación -a ver qué entrenador no lleva por bandera el orden, el equilibrio táctico, la seriedad defensiva y el buen trato del balón-, a Diego Martínez simplemente, y ya es bastante, se le va a pedir que el Motril sea un equipo fiable y que él, personalmente, se gane el derecho a dirigir al conjunto blanquiazul la próxima temporada en un proyecto necesariamente más ambicioso e ilusionante. Se trata de empezar de bombero para acabar de arquitecto. El primer fuego toca apagarlo en Almería. Suerte mister.

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