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Desfile de Davidelfín.
Efímero Davidelfin

Efímero Davidelfin

Juan Vidal feminiza lo masculino y reinventa el smocking para mujer

Gloria Salgado

Domingo, 14 de septiembre 2014, 14:14

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El delantal ha sido la clave del regreso de Rabaneda a la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. El sevillano lo ha rescatado como punto de partida para piezas que contienen a otras, reteniendo su forma original y moldeándolas, dando lugar a una silueta 'A' y llegando a ser parte de una misma unidad. El 98% de la colección se ha confeccionado en lana gris con pinceladas de blanco, azul, negro y ocre.

Un regreso que se ha visto eclipsado por un recién llegado a la pasarela madrileña. Ulises Mérida ha cincelado una colección sólida en color y rotunda en formas modeladas sobre maniquí. Siluetas infinitas que de forma intuitiva se ajustan y despegan del cuerpo en movimiento gracias al corte al bies, ayudado por cintas de cuero y seda o cordones de seda, yute y algodón que recuerdan a 'La Sirenita' de Disney. La gama de color se mueve en rojos intensos que evolucionan hacia morados. Colores cálidos que se rompen con trazos de gris antracita terminando con tonos tostados en un alegato al trabajo con la materia en el estado más puro. Una maravillosa propuesta que ha tenido la mala suerte de coincidir con el mejor Duyos.

El madrileño ha emocionado -lágrimas incluidas- con una colección ultrafemenina y fluida a la que ha dado vida el Ballet Nacional de España para celebrar sus 15 años en la moda. Un espectáculo -que ha puesto al público en pie- de crepés de seda, muselina y antes tintados de los vibrantes colores que rezuman las Islas Canarias.

Vidal reinventa el smocking

La jornada vespertina ha comenzado con una de las mejores colecciones de Amaya Arzuaga, que ha terminado estropeando con 'looks' excesivamente similares. La burgalesa ha abusado de geometrías acuáticas en neopreno, cremalleras para definir siluetas y superposición de capas de tejidos en piezas que permitían visualizar el interior con contraste cromático: blanco, negro, rojo coral, aguamarina y crudo.

Y por fin llegó el turno del niño mimado de la pasarela madrileña. Juan Vidal se ha reinventado con una colección que feminiza lo masculino sin llegar a lo andrógino. Destacan los trajes sastre de chaqueta y americana ligera a medio forrar, decoradas con maxi cremalleras níquel y los vestidos de silueta 'A' con un marcado carácter vintage. Las camisas oversize de popelín o gazar juegan a ser vestidos, mientras las solapas de raso nos llevan a un nuevo smocking. Las fresas salpican todas sus prendas para dar un toque de rock muy británico en honor a Paul McCartney para una apuesta más juvenil que en otras ocasiones.

Mucho más sofisticada es la mujer de Miguel Palacio, que ha celebrado su 'libertad' tras la ruptura con Hoss Intropia combinando costura y prêt-à-porter. Las prendas, muy marineras, se ciñen al cuerpo en discretos tonos arena, azul petróleo y negro. Bordados florales, pasamanería, nido de abeja, drapeados y plisados acaparan vestidos y camisas.

El colofón de la suculenta jornada lo ha puesto Davidelfin. 'La parada de los monstruos', título tomado de la próxima película de su amigo Félix Sabroso, con el que siente una especial conexión, rompe completamente con su trabajo anterior. La muerte de Dunia Ayuso marca una colección que pretende ser efímera. Los estampados geométricos, especialmente el triángulo, se convierten en protagonistas, acompañados por cinturones tipo Lego, cuellos de un metro de diámetro que se disparan hacia atrás y vestidos de espumillón crean el nuevo mundo de Delfín. Mundo al que ya pertenece Belén Esteban, que ha acaparado todos los flashes de la codiciada primera fila del malagueño.

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