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IDEAL GENTE
Martes, 2 de mayo 2017, 11:47
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El último programa de MasterChef se saldó con la expulsión de Lorena. La joven maquilladora acabó colgando el delantal tras una prueba de eliminación a la que se llegó en la gala que tuvo a Miguel Ángel Muñoz como invitado. Edurne, ganadora en Granada, se encargó de llenar la cesta de cada concursante para que compitieran por seguir en el concurso, siendo Lorena la perjudicada. Una marcha que se produjo y que derivó en un corte a Jordi Cruz, quien se vio sorprendido por las tapas de Granada.
Edurne reconoció estar molesta por la marcha de la joven maquilladora. También José Luis y Odkhuu estuvieron en la cuerda floja hasta el último momento. Pepe Rodríguez, miembro del jurado, reconoció que los platos de la expulsada como de los otros dos eran terribles. A Lorena le cayó la peor parte.
La cocina sin emoción no es cocina. Tienes mucho potencial que dar, le dijeron. Jordi Cruz, por su parte, fue algo más profundo en sus palabras: Esas lágrimas no son de amor a la cocina, son de miedo porque tienes muchas posibilidades de irte. La catalana no se anduvo con rodeos: Miedo ninguno. Lo que tengo fuera de este concurso es perfecto.
Un Jordi Cruz que ha sido noticia por sus últimas declaraciones. Dijo que para un becario de cocina, trabajar gratis es un privilegio. Unas declaraciones que no han terminado de sentar bien en la sociedad.
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