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IDEAL GENTE
Jueves, 9 de marzo 2017, 11:41
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El repullo de Bertín Osborne durante la emisión de Mi casa es la tuya tuvo su origen en la historia del caso conocido como fantasma de la Diputación de Granada. Iker Jiménez hizo referencia a esa situación vivida en nuestra ciudad, así como a IDEAL por la cobertura otorgada a aquel hecho. En especial se refirió al retrato robot de Juan Enrique Gómez confeccionado a partir del testimonio de los propios funcionarios que aseguraron haber visto la figura de un cura andando por mitad de los pasillos.
Como introducción, el comunicador narró cómo funcionarios del antiguo edificio de la Diputación de Granada solicitaron la presencia de las autoridades y equipos de expertos para saber por qué estaban sucediendo cosas inexplicables. "Hojas volando, archivadores que se abrían solos y un día vieron como la figura de un cura por mitad de los pasillos", dijo.
Entonces, el diario IDEAL hace una cosa maravillosa. Juan Enrique Gómez reproduce un retrato robot que los funcionarios facilitaron. El periódico lo publica y a partir de ese momento comienzan a recibir cientos de llamadas procedentes de personas que dicen acordarse del padre Benito, un sacerdote que tuvo muchos problemas y que vivió allí, prosiguió.
La intención de Jiménez y Carmen Portet era la de mostrar a Bertín y su esposa una de las psicofonías más escabrosas. El presentador de Mi casa es la tuya ya se temía lo peor, en una noche donde su invitado no titubeó ni un segundo para asegurar que Félix Rodríguez de la Fuente fue asesinado, o en halagar a José Mota por las parodias sobre su figura.
Una de las noches, un equipo autorizado por la Diputación se fue a los sótanos a picar. Allí encontraron huesos de fetos y el esqueleto de un cuerpo de persona mayor. En ese momento ven como una figura conformada por una niebla cuya parte final se transforma en una cara. Asustados, paran de picar y dejan un magnetofón para intentar captar algo aunque hubiesen entrado en pánico. Suena una voz anciana que después de 35 años aún no se sabe bien lo que dice. Es una persona que parece tener un problema en la garganta y parece que dice: Tengo una compañía, tengo una lengua. Al final concluye diciendo algo así como os arrepentiréis.
Fue entonces cuando Bertín Osborne decidió levantarse del sofá frente a sus invitados y huir despavorido a pesar de los intentos de Fabiola por retenerle. ¡Quita de aquí! ¡Que me largo, coño! ¡Qué necesidad hay de escuchar al cura este!, exclamó.
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