Un jefe 'infiltrado' demasiado severo

En 'El Jefe Infiltrado' de La Sexta pueden pasar muchas cosas. Todas ellas parten de la base de que es el propio jefe de la empresa en cuestión quien trata de meterse en el papel de los empleados para poder entenderlos. En esta ocasión, con el dueño de Bodytone, Joaquín Marín, la situación ha sido cuanto menos tensa.

Bodytone se encarga de la producción de maquinaria deportiva. Una ardua tarea que exige quizá de sus trabajadores una mezcla oportuna de maña y paciencia. Algo que para Marín ha quedado claro que brilla por su ausencia en mucho de los casos. Pues su participación en 'El Jefe Infiltrado' ha sido una de las más duras que se recuerdan.

Desde ver cómo no son capaces de montarse bicicletas elípticas como deberían hasta empleados que no le ponen el mimo suficiente a lo que hacen, el dueño de Bodytone se ha tenido que mostrar muy exigente con ellos hasta llegar a exigirles que están bordeando situaciones muy graves por las que habrían podido ser despedidos.

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