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«Creí que iba a ser violada»

«Creí que iba a ser violada»

Kim Kardashian temió por su vida durante los apenas 6 minutos que duró el atraco del siglo. Ya descansa en Nueva York protegida por una marea de fotógrafos

guillermo elejabeitia

Miércoles, 5 de octubre 2016, 12:29

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Es probable que en estos momentos Kim Kardashian no quiera ni oír hablar de París. Con el susto todavía en el cuerpo, la estrella de la telerrealidad descansa desde la noche del lunes en Nueva York, protegida por una marea de fotógrafos que ha tomado los aledaños de su casa en el exclusivo barrio de Tribeca. Tratan de obtener las primeras fotografías de la socialité después del que podría ser calificado como el atraco del siglo, a tenor de los ríos de tinta que está haciendo correr.

Mientras tanto, los paparazzi que montan guardia se conforman con imágenes de las celebridades que han acudido a visitar a Kardashian, que según su entorno se encuentra «muy aturdida pero físicamente indemne». Desde que llegó a Tribeca, escoltada por un convoy de una docena de vehículos de seguridad, ha recibido la visita de su madre, Kris Jenner, y de otros amigos como el empresario Simon Huck o la presentadora La La Anthony.

Ayer el portal TMZ desveló nuevos detalles del robo, extraídos de la declaración que la propia Kim prestó a la Policía francesa. El asalto, perpetrado por cinco hombres enmascarados que lucían distintivos policiales, apenas duró 6 minutos en los que, según confesó la modelo, «temí ser violada y asesinada». La esposa de Kayne West dormía plácidamente cuando los asaltantes irrumpieron en el exclusivo hotel Le Pourtalès, encañonaron al recepcionista y subieron las escaleras que conducían al apartamento de dos plantas que ocupaba.

Kim se despertó sobresaltada por el ruido pero no le dio tiempo a reaccionar. Los ladrones le arrebataron el móvil, la sacaron de la cama y, tras maniatarla con unas bridas, la metieron en la bañera de mármol del baño principal del apartamento. Según contó a los agentes, hablaban en francés y no entendía bien lo que decían, pero sí pudo captar que hablaban de un anillo, probablemente la esmeralda de 20 kilates de Lorraine Schwartz que le regaló su marido. Valorada en 4 millones de euros, la sortija podría ser la pieza más preciada de un botín que asciende a unos 16 millones de euros.

Su amiga Simone Harouche, que dormía en la planta de arriba, fue quien avisó al guardaespaldas de la estrella, Pascal Duvier, que en ese momento acompañaba a sus hermanas, Kourtney y Kendall, a una de las fiestas que se celebran en la capital gala con motivo de la Semana de la Moda. Las tres cancelaron sus compromisos y salieron volando de París.

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