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Davinia y Oriol, un gran cacho de amor

Davinia y Oriol, un gran cacho de amor

Oriol Elcacho (Barcelona, 1979) yDavinia Pelegrí (Gerona, 1982) convierten las sesiones fotográficas en una sucesión de arrumacos y carantoñas.

IDEAL GENTE

Lunes, 30 de mayo 2016, 12:15

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No se cortan un pelo y se muestran de lo más dulces y sexys cuando acoplan sus agendas profesionales.En uno de sus últimos reportajes conjuntos, el top lo mismo le agarra del cuello que le pone la mano en el muslo izquierdo, mientras que ella reacciona al gesto con una mirada cómplice y una sonrisa entre pícara y tierna. Como es, en realidad, esta pareja que juntó su destino personal hace ya casi diez años. «Intentamos tener los pies bien pegados al suelo y no creernos los más guapos ni los más listos. En cuanto colgamos la ropa de modelos somos cualquiera», presumen.

Con las maletas como eternas compañeras de viaje por culpa de sus múltiples compromisos, Oriol yDavinia viven separados la mayor parte de los días. Por eso no tienen ningún inconveniente en proclamar a los cuatro vientos que su casa está «donde esté el otro».Su hogar y la galga que adoptaron, que les sirve de cordón umbilical. «Es la mujer ideal, especial y que me hará feliz», confesó Elcacho a un amigo suyo nada más conocer a la que sería su novia. «A mí lo que más me gusta de él es su bondad y que pone pasión en todo lo que hace. Además, nunca se deja vencer», confiesa una Pelegrí que triunfa en las pasarelas, aunque su idea inicial era matricularse en física y luego en astronomía. Ni lo uno ni lo otro.

Tampoco Oriol ha acabado siendo lo que pensaba. El niño que jugaba de pequeño a fútbol con mocasines y al baloncesto con camisas anhelaba acabar en la NBA. Pero el destino quiso que ninguno de ellos triunfara en lo que jamás imaginaron. Como tampoco que de su unión surgiera un gran cacho de amor.

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