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«Temo que sigan matando a gente como yo»

«Temo que sigan matando a gente como yo»

La agencia de modelos más poderosa del mundo ficha a la primera transexual

luis gómez

Jueves, 7 de enero 2016, 01:31

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Si la moda tenía bastantes deudas pendientes con colectivos de escasa visibilidad, en 2015 pagó muchas de ellas. Ya sea por interés propio o porque ha decidido luchar de forma sincera por una sociedad más igualitaria, la industria fashion ha hecho hueco en el ejercicio recién terminado a personajes que han alcanzado una notoriedad relevante y han logrado derribar barreras que parecían infranqueables. Hace tiempo que Andreja Pejic, el modelo andrógino que nació hombre y se sometió a una operación de cambio de sexo, brilla en las pasarelas. Igual que Lea T., la hija del legendario futbolista brasileño Toninho Cerezo, que triunfa como musa de Riccardo Tisci, director creativo de Givenchy. Entre las figuras que han tocado la gloria este año sobresale otra transexual: Hari Nef (Filadelfia, 1992).

La nueva estrella de la serie televisiva Transparent ha roto moldes. Los editores sostienen que lleva camino de convertirse en una nueva Lily Aldridge, Karlie Kloss y Miranda Kerr. Habrá que darle tiempo, pero la joven apunta grandes posibilidades. Por de pronto, la agencia IMG Models, la misma que maneja las carreras de las otras tres tops y que encumbró a Gisele Bündchen, la ha fichado como la primer modelo trans en sus 55 años de historia. Hari avanza con paso cauto pero firme. Se mira en el espejo de mujeres que viven de forma «auténtica». Jóvenes y no tan jóvenes ya, como Kristen Stewart, Stella Tennant, Chloë Sevigny o Laverne Cox, celebridades que se han distinguido por la defensa de los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.

Hari debutó la pasada primavera en la New York Fashion tras despuntar en una campaña de la cadena británica de grandes almacenes Selfridges, en la que posó con varios modelos andróginos. Gustó, y mucho, el trabajo de esta maniquí que no es una más. Se gana la vida como escritora, actriz y ahora como modelo. Recién graduada en la especialidad de Drama y Teatro por la Universidad de Columbia, genera muchísimo ruido en las redes sociales porque rara vez se calla lo que piensa. Opina de casi todo, incluida de sí misma: «Cuando era más joven quería que la gente me viera como alguien capaz de asumir riesgos. Intentaba parecer osada, ser osada, ¡pero no le importaba a nadie! Ahora, si quiero hablar, modero mi imagen. Y si no quiero, la llevo al límite para que hable por mí», confesó a la revista Harpers Bazaar. Aunque las cosas le pintan bien, Nef, que ha vivido «abiertamente» como mujer transexual, ha tenido que pelear muy duro para llamar la atención. «No es tan sencillo», admite. Durante un tiempo ella misma fue su mayor peligro, ya que le costó aceptarse. «Nunca había tenido seguridad en mi aspecto o en mi cuerpo porque no había nadie en esta industria con la que compararme. No había chicas que se parecieran a mí o que se identificasen como yo. Tenía que hacerme oír», proclamó.

Y vaya si lo ha conseguido, pese a las muchas veces que tuvo que escuchar que su aspecto era «demasiado transgresor como para atraer a los grandes clientes de la moda». Evidentemente, ha demostrado que hay vida más allá de Caitlyn Jenner, el padrastro de las Kardashian que a sus 65 años pasó de héroe olímpico a convertirse en la mujer transgénero más famosa de EE UU y una estrella televisiva. Más allá de sus éxitos en las pasarelas, Nef trabaja con el ánimo de golpear conciencias. Con los focos encima, se siente una privilegiada, pero anda preocupada y teme por la «seguridad» de la comunidad trans. Recuerda que solo el año pasado murieron asesinadas en Estados Unidos 18 mujeres transexuales, «la mayoría de color. Es la guerra y asusta. Me espanta que otras menos afortunadas seguirán muriendo», confiesa.

«Trabajo para ayudar»

Así que este nuevo icono de la moda utiliza el glamur y el lujo para abanderar una batalla contra la discriminación que sufren millones de personas por su orientación sexual o tras haber completado la reasignación de sexo. «¿Para qué estoy trabajando en esto si no es para ayudar? Mi miedo es que esta presunta revolución trans únicamente sirva a un pequeño grupo de transexuales». Vestida comoCoco Chanel, se siente un valor al alza. Ha protagonizado recientemente una campaña para &Other Stories, la última marca de H&M, y la revista Dazed & Confused la ha elegido uno de los cien personajes más influyentes de la moda actual. Casi nada.

No hay duda de que sabe venderse muy bien y, a diferencia de otras transexuales, evita someterse a la identidad masculina o femenina. Ahí radica posiblemente el éxito de una maniquí que se define fluida y nada excluyente. «Lo que me atrae de la moda son las posibilidades que brinda para construir, reconstruir y deconstruir las visiones normativas», confiesa Hari, convencida de que la vida acaba recompensando los esfuerzos. «Yo era un niño judío, bajito y con sobrepeso, en los suburbios de Boston, que compraba revistas de 20 dólares, veía películas que bajaba ilegalmente de internet y miraba las fotos de las fiestas que se hacían en Nueva York. Independientemente del sexo o el género asignado al nacer, si quieres algo con toda tu fuerza y trabajas realmente sin descanso para conseguirlo, se puede convertir en realidad», argumenta.

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