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El Moranco de Detroit

El Moranco de Detroit

El americano Ken no solo es el marido de Jorge Cadaval. Sevillista, taurino, licenciado en Matemáticas «y muy payaso», se ha hecho un hueco en la interpretación

ESTER REQUENA

Lunes, 9 de noviembre 2015, 11:08

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Con sus patillas currojiménez, embutido en el traje corto y esa fina pose flamenca, Ken Appledorn no desentona en la Feria de Sevilla (ni en ninguna otra) pese a su rubia cabellera y sus ojazos azules. La cosa cambia cuando despega la lengua y su español con más sabor americano que el Marlboro deja claro su origen yanqui. Esa boquita revela también su ingenioso sentido del humor. El gringo tiene duende. Se pone a hablar y la peña se parte. «Sí, así es; en cuanto digo algo la gente se empieza a reír», admite sin rubor el actor y marido de Jorge Cadaval, la mitad de Los Morancos (la otra es César, su hermano pequeño).

Ken podría ejercer sobre las tablas como el tercer Moranco. Lo dejó claro con Bertín Osborne en una de las entregas de 'En tu casa o en la mía', en la que acabó eclipsando al famoso dúo sevillano contando chistes, cantando temas de Alejandro Sanz y explicando que su madre se moría por un autógrafo de Bertín porque es una fan incondicional a pesar de vivir en Detroit, donde nació Ken hace 35 años.

«No todo el mundo tiene su Ken particular... pero no se lo quité a la Barbie, ¡que ya estaba solo, ojo!», cuenta Cadaval, de 54 años. Ya llevan 14 juntos y ocho casados. Su historia comenzó en un bar de Triana por casualidad y en pleno éxito de Los Morancos como Antonia y Omaíta en La Primera de TVE. «Yo no entendía lo que decía en la tele», recuerda Ken, entonces un estudiante Erasmus al que una profesora de español le convenció en la carrera para pasar una temporadita en Andalucía.

Ken y Jorge comenzaron a quedar para que el mayor de los Morancos practicase el inglés, pero surgió la chispa... sin que el humorista se diese cuenta. Una amiga común le espetó un día que tenía a Ken enamoradísimo. Desde entonces no se han separado y el americano se ha hecho cada vez más andaluz. Y eso que le costó entender el castellano al principio, «sobre todo los chistes», apunta entre risas. Ahora los cuenta y participa en algunos 'sketches' de Los Morancos, incluidos cameos en sus especiales de Nochevieja como camarero guiri o elfo rociero.

Aunque luce una carcasa de móvil con la bandera de Estados Unidos, su último regalo de cumpleaños delata su total adaptación. Su marido le sorprendió con un abono del Sevilla -con los partidos de Champions- «porque soy sevillista hasta la muerte», presume Ken. A esa pasión futbolística une su vena taurina. A Jorge le arrastró a la corrida del último Domingo de Resurrección en La Maestranza, la que abre la Feria en la capital hispalense, con Espartaco y Manzanares.

A Detroit, en el estado de Michigan, viaja un par de veces al año. En el último se llevó tres carteles taurinos con los nombres de sus sobrinos que ahora decoran su dormitorio. «Yo estoy orgulloso de mis raíces, pero cada vez me siento más español». Después de esa declaración, se tatuó un 'Olé' en su muñeca.

Quería ser Billy Elliot

Con Jorge comparte su pasión por el cine: «Somos dos frikis». Recita de memoria los diálogos de 'Forrest Gump', está enganchadísimo a 'Juego de Tronos' y también se ventiló en un pispás 'Breaking bad', aunque de niño Ken se identificaba con el personaje de Billy Elliot por su sensibilidad.

Y ahora es él quien se ve en la gran pantalla. Debutó con cuatro años en un teatro de su barrio como uno de los niños perdidos de Peter Pan. Tenía clara su vocación, pero cuando el benjamín de cuatro hermanos soltó a sus padres eso de 'quiero ser artista', le dijeron que sí, pero que antes estudiase una carrera. Optó por Administración de Empresas y Matemáticas, que finalizó, e incluso llevó durante un tiempo las cuentas de una agencia de publicidad en Estados Unidos. Pero ya tenía la mente puesta en volver a pasear junto al Guadalquivir con su por entonces novio. A su regreso a Sevilla trabajó dos años como profesor de inglés en una academia, lo que compaginaba con un curso de interpretación. Poco a poco le iban llegando pequeños papeles en series como 'Aida', 'Bandolera', 'Museo Coconut', 'Yo soy Bea'... Muchos quizá recuerden su reciente participación en 'Refugiados', coproducción de la BBC y Atresmedia. En el cine ha cosechado una buena ristra de premios como la biznaga de plata del Festival de Málaga junto al reparto de 'Casting'.

«Bastante impaciente, con mucho tesón y muy payaso», se define Ken a quien le encantaría dar el salto al cine británico... y a Hollywood. Incluso le regalaron una taza con un dibujo en el que aparecía recogiendo un Oscar. Jorge siempre bromea con que ya tiene listo el traje para la alfombra roja. Mientras espera esa célebre frase de 'and the Oscar goes to Ken Appledorn', se conforma con que ya lo vayan conociendo como actor y no como el 'marido de'. «Antes era yo el que siempre le hacía las fotos a Jorge con sus fans y ahora, de vez en cuando, las hace él».

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