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‘Urrechu’ y Alcántara, guipuzcoano y gaditano respectivamente, ejercen de jueces del concurso gastronómico de La 1
«No nos ponemos de acuerdo»

«No nos ponemos de acuerdo»

‘Urrechu’ y Álex Alcántara mezclan sabor vasco y andaluz en ‘Cocineros al volante’. «Íñigo es el poli malo», dice el chef gaditano

miguel ángel alfonso

Sábado, 29 de agosto 2015, 01:47

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Íñigo Pérez Urrechu (Urretxu, Guipúzcoa, 1970) y Álex Alcántara (Cádiz, 1985) recrean en Cocineros al volante (los martes a las 22.30 horas en TVE) el feeling entre vascos y andaluces. A ellos les toca probar y juzgar los menús que sirven en las food trucks, la propuesta gastronómica de TVE para este verano.

Son los ocho apellidos vascos de los fogones.

Urrechu: ¡Oye, no se nos había ocurrido! Hay cosas que decimos de forma distinta. Yo digo zurito y el caña, yo pintxo y el tapa. ¡No nos ponemos de acuerdo!

¿Hay muchas diferencias en la forma de cocinar?

Urrechu: La pasión por la gastronomía y el mimo hacia el producto es el mismo. Lo que pasa es que lo expresamos de manera diferente ¡Y mejor los del norte!

Álex: ¡Bueno, bueno, eso habría que discutirlo! Lo que está claro es que cada uno tiene sus platos tradicionales y su forma de cocinar, pero al final la gastronomía del país está influida por todos sus tipos de cocina y tiene muchas similitudes. Eso es la riqueza gastronómica al fin y al cabo.

¿Quién es el poli bueno y quién el poli malo?

Álex: ¡Él es el malo!

Urrechu: ¡Para nada! (risas). Yo creo que tenemos que ser exigentes a la hora de juzgar, como si estuviéramos en nuestro restaurante. Somos cocineros y no actores.

¿Han encontrado buenos cocineros aquí?

Urrechu: El mejor, Álex Alcántara.

Álex: Ha habido muy buen casting. Nos hemos encontrado gente que cocinaba bien y otros que no tanto pero que tenían otras virtudes, como estrategia de ventas. Es verdad que esos que cocinaban un poco peor han ido evolucionando muy bien. Y poder ver eso es muy bonito.

¿De dónde nació su pasión por la cocina?

Álex: Con 13 años mis padres se iban de fin de semana y me dejaban recetas para que preparara tortilla de patata, pisto Poco a poco fui enrollándome y empecé a cocinar para mis amigos, para mis novias pero realmente cuando empecé a enamorarme de la cocina fue al trabajar en mi primer restaurante, con 19 años.

Urrechu: Fíjate que él habla de pisto y a mí me hacían cocinar alubias y chuletones (risas). Soy el pequeño de tres hermanos y cuando tenía edad de jugar, ellos eran demasiado mayores. Me tocaba quedarme en la cocina y recuerdo jugar allí porque entonces no teníamos Playstatiton. Siempre he sentido cariño por la cocina aunque mis padres me tomaron por el tonto del barrio cuando se lo dije.

En aquella época no tenía el glamur que tiene hoy, ¿no?

Urrechu: En mi pueblo los que más mandaban eran el empresario, el médico y el cura.

Álex: Aunque en la tele parezca muy bonito es una profesión superdura. El que tiene una estrella Michelin ha sufrido muchísimo hasta llegar allí. No he trabajado en otra cosa en mi vida y mientras mis amigos iban de ferias yo estaba currando.

¿Les asusta la popularidad que proporciona la televisión?

Urrechu: Mi rutina es ir de casa al restaurante, así que no creo que con 44 años vaya a cambiar mucho. Lo que más me preocupa es la labor bien hecha.

Álex: Es una oportunidad espectacular. Solo puede tener cosas positivas, tanto para mí como para mi restaurante. Ya aprenderemos a gestionarlo.

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