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Vecinos y comerciantes sobre el botellódromo: "20.000 chavales consumiendo droga es un polvorín"

Vecinos y comerciantes sobre el botellódromo: "20.000 chavales consumiendo droga es un polvorín"

Pedro García Aguado recogió, en la edición de el programa de Cuatro 'En la caja' de esta noche de miércoles, las quejas de aquellos que viven o tienen su negocio cerca de la explanada del 'Hipercor': la zona habilitada en la ciudad para hacer botellón.

IDEAL GENTE

Jueves, 18 de junio 2015, 02:11

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Granada fue, por un motivo no muy positivo, el escenario elegido por los responsables del programa 'En la caja' para su programa correspondiente de la semana. Hasta allí llevaron a Pedro García Aguado, conocido por su papel en otro de los formatos de la cadena, 'Hermano Mayor'.

El ex deportista y alcohólico reconocido dio su opinión sobre este "espacio de mierda", asegurando que le dio "asco y miedo", a la vez que recogió el sentir de vecinos y comerciantes de la zona, así como de los jóvenes que a él acuden, algunos de cuales compartían su sensación de inseguridad.

Aquellos que tienen su domicilio o su negocio cerca de la explanada habilitada para el consumo de alcohol, son -sin duda alguna- los que más sufren las consecuencias del botellón, por lo que García Aguado quiso dar voz a sus quejas y protestas.

Una de ellas fue la dueña de una librería cercana al botellódromo, que declaró que "20.000 chavales consumiendo droga en un mismo sitio es un polvorín" y que "algún día sucederá algo grave".

Pero ella no es la única que denuncia la situación, ya que los dueños de locales de hostelería reconocieron que la llegada masiva de jóvenes de todas partes de España, e incluso del extranjero, lejos de ser algo positivo para la economía granadina, no sólo no repercute positivamente, sino -mas bien- todo lo contrario: "Son 60.000 estudiantes que no se dejan ni un duro en la hostelería, sólo en los kebabs y en 'los chinos'" -afirma el propietario de un restaurante.

Otros, por su parte, se quejan de que los jóvenes orinen en su puerta, o entren totalmente borrachos en sus locales, hasta el punto que tienen que implementar su seguridad, cerrar sus puertas con llaves o mandos eléctricos para controlar quién entra, o colocar carteles de averías ficticias en los retretes para que éstos no queden en un estado lamentable.

El 70% de las comunidades de vecinos contrata seguridad privada durante la fiesta de la primavera

"He visto comas etílicos 'a porrillo', a 40 ó 50 personas orinando a la vez, a jóvenes que se han intentado meter una raya en el tranco de mi puerta, y a otros empezar a patear a un chaval. Ha habido agresiones sexuales -incluso- pero no se atreven a denunciar" -afirma uno de los vecinos, que reconoce que durante la fiesta de la primavera han de contratar a un guardia de seguridad para la urbanización, cosa que sucede en el 70% de las zonas residenciales cercanas a la zona.

"Estamos perjudicados más de 10.000 personas y la alcaldía no quiere escucharnos. Si llamamos a la policía nos dicen que no pueden hacer nada, y si necesitamos que una ambulancia o un coche entren hasta aquí, es imposible, ya que las calles están colapsadas" -añade, a la vez que recuerda que para algunos políticos la creación de este botellódromo se considera un "logro" y un "éxito".

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