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Viernes, 29 de mayo 2015, 00:23
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Eugenia Martínez de Irujo no está pasando un buen momento. La muerte de su madre, Cayetana de Alba, ha dejado muy tocada a su única hija. «Lo he pasado muy mal. Nunca te haces a la idea. La echo mucho de menos», reconoce a 'Vanitatis' la duquesa de Montoro, que apenas ha salido de casa en los últimos meses: «No tenía ganas». La huella física del sufrimiento es evidente: ha adelgazado muchísimo y está bastante desmejorada, aunque empieza a levantar cabeza. Su hija Tana, de 15 años ha sido su gran apoyo. «Es una niña muy madura».
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