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Ilustración del dinosaurio 'Deinocheirus mirificus'
¡Insólito!: Manos Terribles: Un dinosuario con apariencia de avestruz (imagen)

¡Insólito!: Manos Terribles: Un dinosuario con apariencia de avestruz (imagen)

Se han encontrado dos esqueletos en Mongolia han permitido describir la anatomía, rasgos de alimentación y ecología

ideal.es

Jueves, 23 de octubre 2014, 15:38

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'Manos terribles', del que hasta ahora solo se conocía un ejemplar, vuelve a estar ahora de plena actualidad. Se ha descubierto un dinosuario que habitó en la Tierra hace 70 millones de años. El animal era descomunal: era enorme, con un cuerpo similar al del avestruz, con una joroba en el lomo. Añaden los investigadores que lo han descubierton que se movía con pesadez a través de las ciénagas de Mongolia. No solo eso, sino que además sorbía pequeños animales y plantas con su gran lengua

Era de esperar que este dinosaurio llamara poderosamente la atención dadas sus particulares características, que hasta la fecha han sido insospechadas.

Como un avestruz aunque con 11 metros de largo y seis toneladas y medio de peso,dos brazos gigantes y un pico de pato, jorobada y con grandes garras. Hablamos del Deinocheirus mirificus, era un animal muy particular.

Fue llamado 'extraña mano terrible' por sus descubridores, y se le ha considerado como uno de los dinosaurios más misteriosos, debido a la escasez de piezas del esqueleto.

Ahora se han encontrado dos esqueletos en Mongolia han permitido describir la anatomía, rasgos de alimentación y ecología de esta especie de hace 70 millones de años, unos cinco millones de años antes de la extinción de los dinosaurios. Está emparentado con el tiranosaurio y el velociraptor. El equipo internacional que lidera el hallazgo, está dirigido por Yuong Nam Lee, y presenta en la resvista Nature estos nuevos fósiles y la combinación inusual de rasgos de Deinocheirus.

El Deinocheirus mirificus, vio la luz después de la paleontología en 1965, de la mano de la científica polaca Zofia Kielan-Jaworowska, líder de una expedición conjunta de Polonia y Mongolia en el desierto de Gobi, descubre los primeros restos de Deinocheirus, unos pocos huesos fosilizados entre los que destacaban unas extremidades superiores de 2,4 metros de largo (el récord de longitud de brazo conocida para un animal bípedo), junto con algunas costillas y vertebras.

"Pese a ser tan incompletos, los restos eran suficientemente distintivos en tamaño y morfología de otros terópodos para que Kielan-Jaworowska y sus colegas []propusieran su pertenencia a un nuevo género y especie, Deinocheirus mirificus, o extraña mano horrible", resume el experto Thomas R. Holtz, de la Universidad de Maryland, en Nature. Pero a resumidas cuentas, los paleontólogos tuvieron dificultades para encuadrar al dinosaurio en la familia de los terópodos.

De los dos esqueletos de los nuevos descubrimientos, uno de los brazos es un 6% más largos que los descubiertos en el siglo pasado y el otro es de inferior tamaño.

Además de explicar la morfología del animal da pistas sobre como vivía y de que se alimentaba.

El Deinocheirus, un ornitomimosaurio (lagarto imitadores de aves), con un cráneo de más de un metro de largo. Sus rasgos apuntan por el consumo del plantas y los científicos han descubierto restos de peces en el estómago de uno de ellos, por lo que deducen que sería un omnívoro.

No tienen rastro del hocico alargado y la joroba en la espalda como podemos ver en otras especies emparentadas; la pelvis extendida que soportaría músculos fuertes y los grandes pies indican que era un dinosaurio bípedo, corpulento de movimientos lentos y, en general, parece bien adaptado para vivir en entornos fluviales. La zona de Gobi donde han aparecido los fósiles sería un medio ambiente similar al actual delta del Okavango en África, señala Holtz.

Se supone que el Deinocheirus, habría tenido una ventaja en la alimentación en comparación con más variada de pequeños animales añadidos a las plantas compartiendo un hábitat con herbívoros más grandes que él.

Este equipo, en el marco de la Expedición Internacional Corea-Mongolia de Dinosaurios, descubrió el primer esqueleto de Deinocheirus en 2006 y el segundo en 2009.

Ahora sus propósitos son recomponer un esqueleto lo más completo posible.

La búsqueda fue muy difícil porque los yacimientos habían sido presa del furtivismo. Y fue en 2011, cuando un científico del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales, Pascal Godefroit, alertó a Lee y su quípo de haber visto algunas piezas (un cráneo, un pie y una mano) del animal en una colección privada en Europa; huesos que, como luego se comprobó, efectivamente, encajaban perfectamente con los esqueletos descubiertos por los científicos en el Gobi.

Los fósiles se devolvieron a Mongolia el pasado mayo.

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