Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
PPLL
Jueves, 23 de octubre 2014, 23:03
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El beso apenas duró un segundo, pero fue suficiente para aparecer en todos los informativos de México. Es allí donde Miguel Bosé, que «luce un poco pasado de peso y que ha cambiado su pelo rapado por una coleta», según las crónicas, ofreció el último concierto de su gira. Y allí agarró la cara de su guitarrista para cantar, muy cerca de su boca, eso de «pasión privada, adorado enemigo». No es la primera vez que el cantante más ambiguo de España coquetea en público con sus tendencias sexuales.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.