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Increíble: Un presunto guardia de Auschwitz muere a los 89 años antes de ser juzgado por crímenes durante el nazismo

Admitió haberse unido a las Waffen SS pero aseguró que su papel como guardia en el campo de concentración de Auschwitz no fue relevante

colpisa / afp

Jueves, 24 de julio 2014, 12:32

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La noticia la hemos conocido este mismo jueves y tiene como protagonista a uno de los pocos criminales nazis que quedaban con vida hoy en día. Un estadounidense acusado de haber sido un criminal de guerra nazi murió ayer miércoles a los 89 años, horas antes de que una corte aprobara su extradición a Alemania, según informó su abogado. Johann Breyer, un maquinista retirado nacido en Checoslovaquia, admitió haberse unido a las Waffen SS a los 17 años. "Puedo confirmar que falleció ayer por la noche" dijo el abogado Dennis Boyle. Breyer murió después de haber sido trasladado de la prisión al hospital.

La noticia de su muerte llegó cuando la justicia estadounidense estaba por autorizar su extradición a Alemania que lo reclamaba para ser juzgado.

Breyer había sido arrestado en junio en Filadelfia tras una petición de Alemania que lo acusaba de haber sido guardia del campo de concentración de Auschwitz y cómplice de la muerte de centenas de miles de judíos en 1944.

El sábado fue ingresado en el hospital Thomas Jefferson de Filadelfia por problemas de salud no especificados.

El presunto nazi admitió haber sido guardia en el campo de concentración pero aseguró que estaba destacado en el exterior y no había participado en ningún crimen ni sido consciente del genocidio.

Breyer emigró a EE UU en 1952 y las autoridades intentaron retirarle la nacionalidad estadounidense y deportarlo en los años 90 después de que se conociese su vinculación con el nazismo. Esos intentos fracasaron después de que un juez indicase que era hijo de una ciudadana estadounidense y dictaminase que había sido forzado a sumarse a las SS alemanas.

Su caso se reabrió después de que el juez federal alemán a cargo de los crímenes de guerra durante el nazismo presentase pruebas que demostraban que Breyer había llegado a Auschwitz antes de lo que él había asegurado.

Los fiscales alemanes querían juzgarlo por 158 cargos de ayuda e instigación al asesinato, un cargo por cada uno de los 158 trenes cargados con judíos que murieron en las cámaras de gas en Auschwitz en 1944.

Breyer emigró a Filadelfia tras finalizar la II Guerra Mundial y vivió una vida tranquila con su mujer, hijos y nietos hasta que en los años 90 EE UU trató de retirarle la ciudadanía, que obtuvo a través de su madre, una estadounidense que emigró a Europa, donde nació Breyer.

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