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Banco de España. Efe
La obligación de provisionar más dinero por impagos encarecerá los créditos a partir de 2018

La obligación de provisionar más dinero por impagos encarecerá los créditos a partir de 2018

La nueva circular sobre dotaciones, que las incrementará un 13% al ser más restrictiva en los préstamos con peligro de morosidad, tendrá un impacto de 45 puntos básicos en el capital de la banca

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Miércoles, 6 de diciembre 2017, 10:17

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Las exigencias regulatorias para evitar otra crisis como la que ha afectado al conjunto de la zona euro en la última década pueden provocar un incremento de los intereses que los bancos aplican en productos como las hipotecas a partir del próximo año. Así ocurriría una vez que se ponga en marcha la nueva circular contable del Banco de España, que este miércoles ya se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE), por la que se endurecen las condiciones para que las entidades reserven más dinero ante posibles casos de impago de sus créditos. Al tener que dotar más cuantías para este fin, sus resultados sufrirán, así como el margen de intermediación que establecen en unos tipos de interés “que tendrá que aumentar”, según indican fuentes del supervisor.

El alza de los precios de las hipotecas será una de las consecuencias más visibles que esta circular tendrá para el ahorrador. En la práctica, no tiene por qué implicar un incremento de los diferenciales hipotecarios, sino, por ejemplo, en una mayor comercialización de fórmulas como los tipos fijos, con las que el banco se asegura un interés estable a medio y largo plazo para evitar los vaivenes del euríbor y poder así cumplir con la regulación.

En lo que respecta a la concesión de créditos, desde el supervisor estiman que esta circular no tiene por qué afectar “de forma relevante” porque en el contexto actual existen otros factores que influyen mucho más en la evolución del 'stock' hipotecario, como el desapalancamiento que están realizando las familias de sus deudas o la aún incipiente recuperación inmobiliaria.

A lo que se enfrentarán las entidades a partir del 1 de enero será a un incremento de las provisiones que hasta ahora venían realizando según la anterior circular del año 2004, y que supondrá un impacto tanto en la reservas que ya han dotado como en sus cuentas a partir de 2018. En concreto, desde el Banco de España estiman que las provisiones a realizar podrían incrementarse en el entorno de un 13% con respecto a las actuales.

El año pasado, las dotaciones de todos los bancos ubicados en España alcanzaron los 20.000 millones de euros, por lo que ese alza podría suponer una factura de otros 2.600 millones de euros más. Aunque se trata de un cálculo realizado a groso modo cuyo resultado final dependerá de cómo evolucionen las dotaciones en 2017, así como de las condiciones del mercado bancario y financiero y la situación que tenga cada una de las entidades.

Por otra parte, habrá un impacto en el capital regulatorio (CET 1), que detraerá unos 45 puntos básicos al ratio actual, aunque se podrá diferir durante los próximos cinco años para evitar un mal mayor en ese capital. Al tratarse de un cambio de criterio contable, para adaptar las nuevas dotaciones a las realizadas hasta el 31 de diciembre de este año, se cargarán a las reservas hasta ahora constituidas. Eso sí, en lo que respecta a los créditos que se firmen a partir de enero de 2018, el incremento de las provisiones se detraerá directamente a la cuenta de resultados de cada banco.

El impacto llegará básicamente porque se pasa de un sistema de 'pérdidas incurridas' por morosidad a otro de 'pérdidas esperadas'. Así, se endurece el tratamiento de los créditos “en vigilancia especial”. Esto es, aquellos que se encuentran entre los “normales” -los que no ofrecen ninguna duda para el banco sobre su pago- y los dudosos -aquellos en los que sus titulares han dejado de abonar varias cuotas-.

En el caso de esos préstamos intermedios, que pueden presentar las primeras dudas para la entidad sobre su cobro futuro, el banco estará obligado a calcular su posible pérdida como si existiera la probabilidad de impago durante toda la vida del crédito, y no solo por 12 meses, como ocurría hasta ahora. Así, cuanto más largo sea el horizonte temporal de la hipoteca, por ejemplo, mayor será la provisión a realizar”, explican desde el Banco de España.

Otra de las novedades que incorpora esta circular contable es que los bancos no solo van a tener en cuenta la información histórica sobre el cliente y sus pagos a la hora de valorar un crédito de cara a su posible provisión. También deberán realizar estimaciones sobre las condiciones futuras macroeconómicas, como la evolución del Producto Interior Bruto (PIB), la tasa de paro, el mercado inmobiliario o los precios, entre otros factores que hasta ahora no era obligatorio tener en cuenta. Es decir, en muchas ocasiones se tendrá que provisionar más cuando la economía vaya a ir peor, lo que puede influir en un círculo vicioso que una las reservas de la banca con las expectativas del país.

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