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Alexis Tsipras y Angela Merkel.
Alemania duda ahora de que Grecia cumpla los plazos

Alemania duda ahora de que Grecia cumpla los plazos

El Ejecutivo de Atenas y la CE deben cerrar el memorándum del tercer rescate antes del 20 de agosto, cuando toca nuevo pago al BCE, pero las conversaciones van lentas

A. B.

Sábado, 1 de agosto 2015, 20:32

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Han pasado ya casi tres semanas desde el acuerdo in extremis para salvar el temido Grexit con la consiguiente salida del euro de su socio más débil, pero las dudas vuelven a estar sobre la mesa. Y, de nuevo, salen de la poderosa locomotora europea.

Distintos medios locales coincidieron este sábado en que en el seno del Gobierno alemán temen ahora que Grecia no pueda cumplir los plazos previstos para abrir su tercer rescate. Y esta vez las dudas no solo afectan a la labor del Ejecutivo heleno, sino que se extienden a los trámites todavía pendientes en Bruselas y Berlín, amén de otras capitales.

De acuerdo con los planes previstos por la Comisión Europea, la fase previa de esas negociaciones debe concluir el 10 de agosto, verificando para entonces que el gabinete de Alexis Tsipras va cumpliendo con las reformas y ajustes de gasto comprometidos. El problema es que las conversaciones se han ralentizado sobremanera, más incluso de lo temido vistos los antecedentes y las habituales dificultades "técnicas" también están siendo más que eso.

Los acreedores internacionales, con la UE_a la cabeza, han pedido al primer ministro griego más énfasis en unos cambios (fiscalidad de los agricultores, complementos de pensiones...) que éste prefiere aplazar, al considerar que con las dos discutidas votaciones que ganó en el Parlamento de Atenas semanas atrás para satisfacer a sus socios europeos ya es bastante compromiso por ahora. Pero, mientras, el calendario empieza a acortarse.

El memorándum de entendimiento (MOU) que detallará las condiciones para recibir los esperados 86.000 millones de euros del tercer rescate debe firmarse antes del día 20. Para esa fecha Grecia tiene que haber abonado al BCE_otros 3.200 millones de euros, que se sumarán a los 4.200 que ya se devolvieron el 20 de julio tras recibir de sus socios europeos un crédito urgente de 7.160 millones como parte del discutido acuerdo sellado el 13 de julio.

La otra presión es más bien política. El MOU_debe ser aprobado por los todos los ministros de Finanzas del Eurogrupo y luego por los Parlamentos nacionales de los socios de la UE el Bundestag buscaba fechas para la segunda quincena de agosto-, y todo antes de septiembre. Poco margen para errores de cálculo o nuevos retrasos motivados por diferencias entre Tsipras y sus colegas europeos.

Una historia inconclusa

Y es que como ha advertido en su análisis semanal uno de los gurús más influyentes de Wall Street, la historia no ha terminado. Byron Wien, vicepresidente del consejo asesor de Blackstone, la mayor sociedad de capital riesgo del mundo, considera que Tsipras no fue tan forzado al acuerdo como se ha apuntado en las últimas semanas. Admite que no le gustara, pero sostiene que el propio político heleno se convenció de que era la mejor alternativa ante el riesgo creciente de que Grecia entrara en una espiral revolucionaria.

Ha conseguido salvar a su país del KO -continua Wien-, salir del corralito financiero y lograr casi el doble de la ayuda que inicialmente se manejaba aunque eso será cuando llegue el tercer rescate- y, pese a las diferencias internas en Syriza, ha fortalecido su posición política. Pero la tormenta no se ha alejado del todo y si la agenda prevista se tuerce, volverán los problemas, vaticina.

"Su economía está en ruinas y la perspectiva de superávit es tenue; aunque el reciente acuerdo (el del 13 de julio) compra algo de tiempo, dentro de seis meses podríamos estar otra vez retorciéndonos las manos por Grecia", advierte el gurú financiero.

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