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Gorka Alday es el encordador profesional del Campeonato de España en Granada. ALFREDO AGUILAR
La tensión de la raqueta en sus manos
Tenis

La tensión de la raqueta en sus manos

Gorka Alday encuerda desde hace 14 años las 'herramientas' de los mejores profesionales del mundo para ajustarlas a sus preferencias

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Martes, 12 de diciembre 2017, 01:11

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Una enorme parte del rendimiento de un tenista en un partido depende de la tensión a la que estén ajustadas las cuerdas de su raqueta. Existe un profesional dedicado a esta labor, la del encordador. El vizcaíno Gorka Alday se encarga de este trabajo en muchos torneos nacionales e internacionales desde el año 2003 a través de la empresa especializada en tenis Babolat, entre otras. Los tenistas que participan en el campeonato de España de Granada podrán contratar sus servicios en un espacio habilitado junto a las oficinas de la Real Sociedad de Tenis de Granada.

Alday trabajaba en una tienda de deportes cuando Babolat hizo una presentación sobre el tenis de competición y les invitó al Torneo Conde de Godó en Barcelona. Les gustó su trabajo y comenzaron a contratarlo para distintos torneos. Y hasta ahora, cuando ya es un elemento más de cada campeonato de tenis de importancia como Roland Garros o Wimbledon. Ha ajustado las raquetas de los mejores. «Los jugadores que están más arriba son los más fáciles de trabajar. Rafa Nadal juega siempre con una tensión de 25 kilos que puede variar medio kilo más por ejemplo en Madrid por la altitud. Tiende a entrar con seis raquetas a pista y cada ocho juegos cambia y las manda a encordar. Las tiene todas encordadas, por el motivo que sea, y manda bastantes», confiesa. Manía o meticulosidad.

«La máquina mantiene el marco de la raqueta estable con una serie de puntos de apoyo mientras la encuerdas y con el motor das la tensión que el jugador ha requerido. El resto es manual», explica Alday. «Los jugadores acuden a encordar raquetas fundamentalmente para testar el cambio de superficie, de altitud y de climatología al llegar al torneo. Afecta a su percepción a la hora de jugar y varían tensiones. Vienen con una tensión clara y en función de su sensación la suben o la bajan. Al contrario que el jugador de club, que normalmente va a encordar cuando ha roto el cordaje, el de competición lo cambia el 80% de las veces antes de romperlo porque nota que las propiedades elásticas del cordaje se han perdido y ya no se notan tan cómodos», describe. Puede influir, incluso, la marca de las bolas con las que se vaya a competir.

Alday obedece al tenista aunque también está abierto a ofrecer consejos. « El tenis es un deporte de sensaciones y lo que a veces sirve para unos no sirve para otros», advierte. «Con una tensión más baja la bola entra más en el cordaje y sale con mayor potencia, y al contrario, con una tensión más elevada, lo que quieres es que la bola salga menos fuerte y más ayudada con la raqueta, por lo que se direcciona mejor. Es un tema que depende de sensaciones; si sueltan bien el brazo prefieren una tensión alta y otros con buena mano prefieren tensiones un poquito más bajas. Depende de la técnica del tenista y de muchísimas más cosas», trata de simplificar.

En un mismo torneo ha llegado a trabajar con tensiones absolutamente opuestas. «Al kazajo Mijaíl Kukushkin le encordamos a nueve kilos y pico; he encordado raquetas de bádminton con más tensión. Aquellos días, Dustin Brown nos pidió 37 kilos y un 10% de pre-stetch, un tratamiento del cordaje que lo sobreestira para volver a la tensión requerida. Los dos son casos extremos», expone.

Deformadas

Una anécdota que hace reír a Gorka Alday es la de un tenista japonés que una vez le pidió que deformase sus raquetas. «Le gustaban así, deformadas. Ya no es trabajar sobre las cuerdas sino sobre la rigidez del marco, eso no lo podemos hacer. Las suyas se deformaron por el uso porque son elementos de fibras. La deformación era exagerada», recuerda.

En Granada, por ahora, tenistas que entrenan a nivel del mar en Barcelona le han pedido subir un par de kilos su tensión. «Si un tenista cambia bruscamente es por algún problema. El jugador de alta competición afina al máximo», señala. La Federación forma encordadores a través del área de docencia.

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