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De pie a la derecha, José Manuel en el once inicial en Italia y frente a Inglaterra en otra imagen. IDEAL
«Mamá, yo voy a ser futbolista»
Deporte adaptado

«Mamá, yo voy a ser futbolista»

Celia no podía creer que aquello que le había prometido su hijo desde pequeño llegaría un día a convertirse en realidad pese a la falta de oportunidades y tener que hacer frente a una hemiparesia

CÉSAR GUISADO

Granada

Jueves, 23 de noviembre 2017, 01:04

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Dice Celia que su hijo, de pequeño andaba más por el suelo que de pie. José Manuel nació con una hemiparesia lateral izquierda por lo que su movilidad en el brazo y la pierna de este lado se veía muy reducida. Pero ya desde muy niño andaba siempre detrás de un balón, lo agarraba y se marchaba a la calle a jugar con sus amigos y sus primos al fútbol. Y cuando volvía a casa lo anunciaba: «mamá, yo voy a ser futbolista».

Celia lo animaba con media sonrisa. ¿Pero en qué equipo va a jugar mi hijo? Se preguntaba. La respuesta llegó hace tres años desde Aspace. Ana Fajardo, responsable de las actividades deportivas se puso en contacto con un equipo de Alicante, el Hércules Paralímpico. Les habló de las motivaciones de José Manuel y de que en Granada no existían ni tampoco existen a día de hoy iniciativas para que chicos y chicas con una parálisis puedan jugar al fútbol.

Gracias al deporte; a las horas interminables que José Manuel había pasado sobre la solería de las calles de Peñuelas jugando al fútbol, el chico había conseguido desarrollar su pierna izquierda. No se había quedado más corta como es normal en la mayoría de las personas diagnosticadas por una hemiparesia lateral. Su insistencia le había empezado a cambiar la vida.

Y con el Hércules José Manuel comenzó a escribir el prólogo de su propia historia. «Mi hijo pasó de ser un niño totalmente dependiente de su madre, de necesitar saber en todo momento dónde estaba yo, a tener que viajar solo de Granada a Alicante con 14 años. Yo lo montaba en el autobús aquí, y allí lo recogía la directora del Hércules Paralímpico», toda una aventura para un niño de su edad tal y como cuenta Celia.

Describe la madre que el mérito de su hijo es doble debido a que «las personas que tienen una diversidad funcional suelen estar algo retraídas ante este tipo de situaciones ya que se sienten inferiores a los demás, culpa nuestra que hacemos que así sea, por lo que actividades como esta se han hecho muy necesarias para que José Manuel gane en autonomía», explica.

El granadino comienza entonces a jugar con el Hércules y llama la atención de propios y extraños. Llega a ganar un campeonato de liga y recibe la llamada que más esperaba hasta entonces. El seleccionador nacional de fútbol paralímpico, Jorge Peleteiro, lo quería para defender La Roja en los Youth Games, los Juegos Olímpicos para menores.

Aquella conversación cambió la vida del niño que había llegado en autobús a Alicante tres años antes. Con 17, Gómez se ha convertido en el primer hombre de una pequeña pedanía de Láchar en vestir la camiseta nacional y representar a su país en dos citas internacionales; en el Campeonato del Mundo celebrado en Argentina y en los Juegos Paralímpicos sub 19 de Italia.

Aquí, debutó de inicio ante Dinamarca. España arrancó el encuentro dominando, Barreto y Valenti encauzaban la partida con dos tantos hasta que llegó el del granadino. Gómez hizo el tercero, puso las distancias ante los daneses antes del descanso y estalló la alegría en el banquillo. Lo había conseguido. Aquel niño que día tras día agarraba un balón en la calle soñando con llegar a ser futbolista algún día, celebraba un gol con la Selección Española en una cita internacional, en Italia y ante Dinamarca.

Su seleccionador, Jorge Peleteiro, sólo podía dedicarle gratas palabras: «José Manuel está haciendo un gran trabajo. En la Liga Nacional viene de una progresión espectacular jugando en el Hércules desde jovencito, pero tiene que seguir cuidándose y trabajando porque sabe que el crédito deportivo no existe si no te cuidas». Aplicado, Gómez asentía con la cabeza ante las palabras de su entrenador.

La Liga vuelve en febrero y mientras tanto José Manuel Gómez entrena desde hace unos días con sus nuevos compañeros en el equipo cadete del Atarfe. Debería hacerlo con el juvenil pero los técnicos valoran que el internacional encontrará aquí un nivel más acorde a la hora del golpe con el rival por un balón dividido.

Se trata de adaptar el entorno a las capacidades de los futbolistas y la fórmula a veces es tan simple como esta. José Manuel, que no encontró equipo cuando soñaba sobre el asfalto con jugar un día al fútbol, espera a febrero para volver a viajar a Alicante y vestir la albiazul del Hércules. Mientras, se prepara con el Atarfe con la ilusión de volver a defender a la Selección en el Campeonato de Europa que se jugará durante el verano en Holanda. Porque a veces, los anhelos se conquistan a base de soñarlos.

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