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Los emuladores de Finidi (i), Koeman y Saviola (d) posan con las fotos de sus ídolos. RAMÓN L. PÉREZ
Como estrellas 'de los chinos'
Deporte provincial

Como estrellas 'de los chinos'

Koeman brilla en el Sierra Nevada, Saviola en el Celtic, Finidi destaca en el Campotéjar, mientras que Zidane o Schuster en el Salobreña y el Alhendín. El balompié granadino está repleto de 'réplicas' de auténticas estrellas mundiales

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Miércoles, 11 de abril 2018, 02:20

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Lo reconocen sin rubor ni ningún tipo de complejo, con deportividad admirable. Por «falta de calidad», de «oportunidades», de «padrino»· o simplemente «de suerte» -que dicen que de todo hubo como en la Viña del Señor- no pudieron seguir la estela de las estrellas a las que trataron de emular. Pero por el apodo con que fueron conocidos son como las fieles réplicas que lucen en los dignísimos y muy socorridos establecimientos de chinos, en ese tipo de superficies en las que lo mismo que se encuentran copas y medallas, también pañuelos y a lo mejor, hasta pepinos. Y todo, con la ventaja de que existe una amplia variedad. De que están en cercanía. Así, en el 'estante' de la Tercera Andaluza, la categoría sénior más baja del ámbito provincial, se puede localizar a un Griezzman dando profundidad al ataque del filial Loja CD, a un Schuster dotando de sentido al juego del Alhendín Balompié o a un Kaká haciendo la magia en el CF La Malahá. Pero es que en el anaquel de Segunda, a un Balotelli cruzando excentricidad y controversia en la UD Castell o a un 'Zizou' sentando cátedra en el Atlético Salobreña. Y así hasta completar un larguísimo inventario que alcanza incluso el expositor de la División de Honor, que es la categoría triprovincial en la que Stam tiene su 'alter ego' en el Atlético Monachil. Y aunque es cierto que todos estos jamás podrán resistir las comparaciones con las figuras que evocan, también es verdad que nunca torcerán el gesto si más que ganar, les cuesta el dinero jugar. Si más que rehuirlos, esperarían a los aficionados para debatir las polémicas u obsequiarles con fotografías. Y esos son otros valores añadidos que, consideraciones técnico-tácticas al margen, es a ellos, y no a los originales, a quienes convierten en grandes

Por edad y trayectoria, es el Koeman del Sierra Nevada Cenes, conjunto también de Segunda, el futbolista más reconocible de entre todos cuantos se quedaron en el camino del estrellato. Francisco Jesús García se distancia del holandés en que tiene casi veinte años menos -cumplió 34 el pasado 24 de agosto- y en que juega de «centrocampista», no de defensa central. Pero si se desciende hasta su infancia se pueden encontrar muchas semejanzas que hacen de él un fiable imitador.

«De chiquitillo era rubillo, con el pelado a tazón. Y como era del Barcelona y le pegaba muy fuerte al balón...», explica para razonar las causas de que fuera 'rebautizado' en su Jun natal. Y de que así acabara disfrutando de algunos éxitos, aunque de menor envergadura que el culminado con el tulipán besando la Copa de Europa en Wembley. «Siendo juvenil sí que fui a entrenar con el primer equipo del Granada CF. Fue justo la temporada (1999/00) del ascenso a Segunda perdido ante el Murcia. Compartía vestuario casi a diario junto a Notario, Capi, Huegún... Y más tarde llegué a jugar en Tercera con el Imperio. O a ascender a Primera Andaluza con el Gabia, con el Vandalia o con el Celtic», enumera orgulloso. Diríase incluso que crecido para recordar lo que no deja de constituir una gran verdad. Porque si aquel que debutara como profesional en el Groningen alcanzó popularidad a nivel mundial a base de zambombazos y pases medidos, «cualquiera al que preguntes por mí en el fútbol granadino te sabrá decir quién soy yo» casi por el mismo motivo. Eso sí, «unos hablarán bien y otros mal». Pero todos concluirán que no tiene nada que ver con ese otro 'mini Koeman' que juega de delantero en el Gabia. O que de complejos, cero. Porque aunque es verdad que «alguna vez me han dicho en el campo: '¿tú de Koeman qué tienes?', lo único por lo que le llegó a envidiar es «por la talla de los equipos en los que llegó a jugar». Justo enfrente de IDEAL dirige una «empresa de mecánica y venta de vehículos», así que de «dinero no me puedo quejar».

«Nos parecemos en el regate»

Por el momento, tampoco se hizo rico jugando Antonio Manuel Torres, el acatucitano que da fe de que «no me conocen por el nombre de pila ni en mi propio pueblo». Pero sí «por el apodo de Finidi», que es el antiguo extremo nigeriano con el que se lleva diecinueve años -cumplió 27 el 1 de diciembre- y con el que comenzó a ser comparado de chico «porque era del Betis -donde brilló su ídolo-, siempre me rapaba la cabeza y era muy moreno de piel». Que es algo que se puede atestiguar en el Campotéjar, el equipo de Primera en el que a base de marcar goles como delantero proclama que pudo haber llegado más alto. Que algo 'pilló' del africano. «Yo diría que nos parecemos en el remate de cabeza», asevera quien lamenta que «no me dieran oportunidades» cuando tuvo la ocasión de brillar. Eso fue en el Granada B, que es al que «aburrido» dejó a mediados de la temporada 2009/10 porque «no contaban conmigo». Y ya después desfiló por clubes como el Celtic o el Vandalia, donde sí que echó en falta el no haber tenido «la velocidad y el regate» que al original le sobraron para ganar tres Ligas holandesas, o una Copa Intercontinental, con el Ajax de Amsterdam. Claro que jugando en buenos terrenos de juego y «no en campos encharcados como yo algunas veces», concluye en su descarga este que se prepara «oposiciones para correos mientras trabajo en lo que sale».

Con Finidi seguro que empatiza Juan José López, el rabiteño que «lleva con orgullo ser conocido como Saviola». También en el Celtic de Pulianas, el líder de Primera ya ascendido en el que trata de demostrar que no le faltaba razón al «gitanillo que en tercero de primaria me dijo que me parecía» al argentino que se encuentra también retirado y con el que se lleva ocho años -cumplió los 25 el 1 de enero-. «Cómo él -dice en referencia a quien jugara en el Barça o el Madrid- soy pequeño y puedo jugar en diversas posiciones del ataque. Y tengo desmarque, velocidad, pase al hueco, cosas así», expone sin vergüenza. Pero a conciencia de que no llegó a tanto como 'El Conejo' porque «en el Adra no supieron valorarme». «Jugué allí en juveniles, pero no me ponían. Y claro, me quedé estancado», justifica este que hace ahora prácticas de técnico en actividades en el medio natural. El mismo que tras comprobar también que se desvanecía el sueño de «ser futbolista profesional» se consuela cultivando otra ambición. «Algún día quisiera conocer a Saviola y decirle: 'mira me llaman como a ti. Dicen que nos parecemos'». Está claro.

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