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Los lagartos amarillos celebrando el triunfo ayer tras superar al Cartagena en el WiZinc Center.

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Los lagartos amarillos celebrando el triunfo ayer tras superar al Cartagena en el WiZinc Center. PEDRO JESÚS CHAVES
Copa de España

Primer zarpazo a la Copa

El Jaén Paraíso Interior FS derrota al Cartagena y se medirá hoy al Zaragoza en semifinales | A los lagartos amarillos s e les atragantó la defensa en zona de un Cartagena que tuvo sus opciones hasta la recta final del duelo

JOSÉ A. GUTIÉRREZ

MADRID

Sábado, 17 de marzo 2018, 01:29

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Pasito a pasito. El Jaén Paraíso Interior FS ya está en semifinales. Tuvo que superar a un Cartagena crecido por momentos pero este equipo mantiene la solidaridad defensiva, la fiabilidad y la capacidad de sufrimiento que le encumbró en 2015. Si se pudo una vez, ¿quién no sueña con repetir la gesta?

Boyis fue el primero en intentarlo. El de Doña Mencía, de falta directa, probó al meta Raúl a los dos minutos. En las gradas los jienenses eran mayoría. Jaén ha sido la segunda provincia que más entradas ha adquirido, solo superada por la anfitriona Madrid. En la previa, la hermandad con los seguidores del Cartagena fue fraternal. Y en una contra, tras un error de Brandi en ataque, Dídac ganó el primer mano a mano. Se le hizo de noche a José Carlos que no encontró ningún hueco. Giasson cazó un balón en la frontal que pudo ser el primero para los amarillos. Las imprecisiones estaban originando las ocasiones de gol.

Hay partidos que los empieza a ganar el trabajo de todo el bloque, pero que los remata la depurada técnica individual y la clase que es capaz de destilar un jugador. Y ahí el Jaén FS tiene la suerte de contar con un mayor fondo de armario. Por ahí se decidió el duelo de cuartos.

Pero ayer era muy complicado no despreciar la tenencia de la pelota, provocar y no esperar el error del rival como único argumento ofensivo. Porque los errores se iban a pagar muy caro. Los estudiosos de este deporte aseguran que en los primeros minutos se juega el partido que quieren los entrenadores. Sólo un gol es capaz de sacar ese tapón táctico, y darle un mayor protagonismo a la rebeldía de los jugadores. Ayer el primero tardó en hacer acto de presencia. Camino del ecuador del primer round el luminoso no se había movido y el empate se reflejaba también en las faltas (2-2).

El Cartagena destilaba algo más de claridad ofensiva. Dídac salvó dos claras ocasiones, la segunda sacando un pie milagroso ante el disparo cruzado del internacional esloveno Drahovsky. Rodríguez solicitó un tiempo muerto.

El primero en abrir la lata fue el Jaén FS. Una posesión larga en la que tras varios rechazos Chino conectó con Mauricio y éste con Alan Brandi, que remachó sin oposición en línea de gol.

Pero respondió el Cartagena. En una acción a balón parado Jesús enganchó una precisa volea con la zurda para firmar el empate a falta de poco más de dos minutos para el descanso. Nadie dijo que sería fácil.

El Cartagena entró en el bonus fatídico de las cinco faltas cuando restaba uno y medio, pero el marcador no se movió.

Este primer round fue la consecuencia de un juego angustiado y febril, marcado por las imprecisiones y la ansiedad propia del torneo del KO.

Arrancó el segundo tiempo con muchas incertidumbres y una sola certeza. El choque se iba a decidir por detalles.

El partido vivió un bello duelo entre Raúl y Dídac, entre ambos firmaron paradas de mucha calidad para poner freno a un eléctrico intercambio de golpes sobre la pista azul.

El gol es la llave que abre una puerta enorme. Y sólo podía encontrarla el salmantino Dani Martín. Destiló clase y puro fútbol sala en una contra en la que se marchó de su par con un caño antológico y batió a Raúl con un latigazo imparable. La afición jienense se venía arriba y coreaba «¡Boyis Selección!».

Y Mauricio dio algo más de aire a los amarillos con el tercero, tras una contra iniciada por Campoy. Ahora el WiZink Center botaba como si fuera la Salobreja.

Los goles tuvieron un efecto multiplicador en el juego jienense. Liberados de la tensión desplegaron su mejor fútbol sala. Raúl se vio acosado por unos jugadores amarillos convertidos en un pelotón de fusilamiento, pero salió ileso el cancerbero cartagenero. Guillamón pidió un tiempo muerto para frenar la sangría. Quedaban diez minutos para el desenlace y el Cartagena no había dicho su última palabra.

La mala noticia es que los amarillos cometieron su quinta falta. Y a renglón seguido Juanpi acortó distancias con una definición de mucha clase. 2-3, tocaba seguir remando. Gritos de «¡Sí se puede»! en el bando contrario.

El Cartagena realizaba una presión alta que estaba poniendo en muchos apuros a los jienenses. Y a falta de 4:23 Guillamón se la jugó saliendo de cinco. El primer ataque lo repelió la madera. Primer aviso.

Dídac salvó, de forma milagrosa, un disparo mordido de Pelé. Y tras unos minutos angustiosos Chino dio tranquilidad en una jugada en la que Campoy recuperó y lanzó desde su campo, el esférico se topó con el palo pero Chino siguió la acción y marcó a placer. El propio Chino cerró el triunfo con el quinto tanto.

Al final, victoria sufrida de los lagartos amarillos que dan el primer mordisco a esta Copa de España, una competición en la que queda demostrado que jugar bien no es siempre el mejor camino posible hacia el éxito final, por los cuatro partidos que se han visto hasta ahora.

Hoy los jienenses se jugarán el pase a la gran final a partir de las 20:15 horas ante un Zaragoza que dio la sorpresa al superar en los penaltis a todo un Barcelona.

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