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Corbacho volvió a la titularidad por la puerta grande, dos goles y una asistencia. JUANCA MARTOS
Corbacho resucita en el derbi
Atlético Mancha Real

Corbacho resucita en el derbi

Vitu protagonizó la otra buena noticia de los verdes, logrando su decimosexto gol en el primer partido como jugador verde

JESÚS MUDARRA

JAÉN

Lunes, 5 de febrero 2018, 04:22

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El estado de gracia en el que se encuentra el Atlético Mancha Real no solo no aminora sino que arrecia. Al igual que lo hizo la lluvia (y después la nieve) en el partido de ayer, los verdes están yendo de menos a más y a la buena racha que atesoraban sumaron ayer una nueva victoria que vino acompañada de buenísimas noticias para Rizos y su cuerpo técnico.

Corbacho, ese futbolista al que tanto se ha echado de menos en una primera vuelta que se ha perdido por las lesiones, eligió la gélida tarde de ayer para resucitar a costa de un Villacarrillo que vio su buena dinámica dinamitada. El ariete malagueño a volvía a la titularidad después de cuatro meses en el dique seco por problemas físicos y no tardó en mostrar que las ganas con las que llegaba a esta jornada venían acompañadas de acierto.

20 minutos tardó el delantero de los mancharrealeños en mandar al fondo de la red un pase medido de Pedrito. Lo celebró con una alegría contagiada al banquillo Corbacho y eso que, aunque ese fue el tanto que inauguró el marcador, ya habían podido los manchegos adelantarse con anterioridad.

Prácticamente con el Villacarrillo aun en el vestuario ya tuvo Samu que exponer lo mejor de sí mismo para conseguir que Joaquín no materializase el tanto del que dispuso. Comenzó con buen pie el cancerbero de los celestes pero no así sus compañeros que poco pudieron hacer ante un equipo que saltó al césped aun más agresivo que la meteorología. Ordóñez también tuvo la suya antes de que Quesada se autoproclamase mariscal del centro del campo para propiciar la jugada del primer gol, pero el lateral tuvo que contentarse ayer con asistir en otro de los goles, que no es poco.

Dominaron los verdes con paciencia y aprovechando la velocidad del terreno de juego para elaborar en la medida de lo posible. Pedrito campó a sus anchas entre líneas y de hecho acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla para la defensa villacarrillense que aun no sabía la que se le venía encima.

Corbacho, con una ambición propia de un jugador que sabe que su temporada acaba prácticamente de comenzar, metió una marcha más cuando la primera parte estaba llegando a su fin. Suya fue la asistencia en el gol que logró firmar Albertillo en el ocaso del primer tiempo.

Descanso

Se fue el encuentro con ese dos a cero al descaso y, aunque las cosas prometían y acabaron siendo plácidas para los manchegos, al volver de la caseta estos volvieron a sentarse en los pupitres para recibir una nueva lección acerca de lo que ocurre cuando te confías. El Villacarrillo consiguió recortar distancias nada más comenzar el segundo acto.

Falló Pedrito el que habría sido el tercero y la puntilla y aprovecharon los celestes que les habían perdonado la vida para meterse en el partido. Fran fue el que envió a la red el que acabó siendo el único tanto de los suyos en el encuentro. Ese gol supuso una mera ilusión de esperanza de los villacarrillenses en sacar algo positivo del Juventud y es que esa reducción a la mínima de la distancia en el luminoso tuvo una duración también mínima.

Corbacho no estaba dispuesto a que su tarde se viese empañada de ninguna manera y por ello tardó un solo minuto en hace que la renta de su equipo fuese de nuevo de dos tantos. Ordóñez le sirvió un balón que él, con la testa, mandó al fondo de las redes villacarrillenses. Esa acción empujó cuesta abajo un partido que se había montado en un monopatín verde y que ya no encontraría freno alguno.

Las combinaciones manchegas, ahora sin presión, se volvieron aun más rápidas y precisas y tampoco el carrusel de cambios de ambos equipos impidió que amainase el ritmo irrefrenable de los de Rizos. Armando fue el siguiente en disponer de una ocasión de peligro inmejorable. Habría sabido mucho mejor el chocolate caliente, servido en el estadio, al que muchos de los aficionados acudieron para encajar mejor el frío si Samu no hubiese detenido el disparo que le mandó a bocajarro el volante del Mancha Real.

Buenas noticias

Nadie se acordará hoy de las que falló ayer el Mancha Real (que las hubo) y sí de las que metió que no fueron pocas. Una de ellas despertó y con razón no pocas nuevas ilusiones en una grada que tenía ganas de ver a su equipo con un delantero de calidad contrastada y de esos que lleva el gol por bandera. No ha sentado mal el cambio de camiseta a Vitu que, en el segundo balón que tocó como jugador del Atlético mancha Real, logró estrenar su cifra anotadora en su segunda etapa en el club de Sierra Mágina.

La mejor prueba de que lo de ayer fue poco más difícil que pan comido para los manchegos fue que el Rizos pudo permitirse el lujo de dar descanso (solo jugó los últimos minutos) a un hombre tan importante en sus esquemas como Garrido. Sí que estaba en el campo el mediapunta cuando su equipo consiguió cerrar el partido.

Si alguno de los futbolistas que pisaron el césped del Juventud merecía un premio en forma de diana ese era Pedrito, que se había desfondado en beneficio del espectáculo y de sus compañeros. Tuvo que esperar el futbolista de los verdes pero acabó recibiendo lo que merecía y suyo fue el gol que completó la manita que el Mancha Real echó directa al cuello del Villacarrillo.

Los de Párraga ayer tuvieron que conformarse con aguantar el chaparrón climatológico y también futbolístico al que fueron sometidos en el Juventud. Su mal resultado, sumado a la victoria del Juventud de Torremolinos ante el Real Jaén, supone un jarro de agua fría en las aspiraciones villacarrillenses a la permanencia aunque la línea a seguir está clara: la de las últimas jornadas en las que el equipo ha conseguido puntuar y generar buenísimas sensaciones.

Por su parte el Atlético Mancha Real suma su sexta victoria consecutiva. Los de Rizos siguen ganando y ahora ya sí están asomados a los puestos de arriba de la clasificación. Con la victoria de ayer, Rizos y los suyos se ubicaron en la séptima posición de la tabla clasificatoria. Es cierto que el Antequera, que es el cuarto, aun está a nueve puntos de distancia pero también lo es que la próxima semana los verdes volverán a jugar en su estadio y lo harán además ante el Juventud de Torremolinos, que se encuentra a día de hoy luchando por objetivos bien distintos a los de los mancharrealeños. La racha victoriosa podría verse ampliada una jornada más pero, aun no siendo así, este equipo ha vuelto a demostrar que en 2018 ha encontrado el nivel que se le esperaba antes del comienzo de temporada.

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