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Sergio Ramos, en rueda de prensa. Foto: Afp | Vídeo: Atlas

Sergio Ramos, el patriarca que a nada teme

«El que tenga dudas que mire mi curriculum», avisa el defensa en su primer torneo como capitán tras 152 partidos y tres Mundiales

Rodrigo Errasti Mendiguren

Enviado especial a Sochi

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Jueves, 14 de junio 2018, 20:57

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Sergio Ramos compareció ante los medios por primera vez como capitán de la selección vez en un Mundial tras participar en 2006, 2010 y 2014. En la Eurocopa ya lo había hecho, junto a Andrés Iniesta por la suplencia de Iker Casillas, pero con los cambios en la Federación Española han conllevado variaciones en la política de comunicación. Así, se ha optado porque solo haya un jugador por día menos en las previas, que también sale el seleccionador. «Al final uno va madurando, sumando experiencias, situaciones límite y afronto este Mundial con toda la ilusión posible. Llevar el brazalete de tu selección es lo más grande que te puede pasar. No me gusta hablar mucho de mí, pero es verdad que soy un hombre de carácter al que no le gusta perder ni al parchís. Quiero ganar y vengo con el convencimiento de que tenemos un equipo para estar ahí, pero con respeto a todo. Pies de plomo y pasito a pasito», explicó a un periodista de la BBC que quiso saber cómo es un hombre referencia a nivel mundial.

había mucho interés por escuchar al hombre que luce el brazalete de capitán en España, que está cerca de romper el récord de internacionalidades que tiene Casillas lleva 152 y está a 15 de superarlo, y del Real Madrid. Sus conversaciones con Florentino Pérez fueron, según dicen en el Paseo de la Castellana, decisivas para que el vasco fuese anunciado el martes como técnico blanco generando una catarata de dimensiones inesperadas. «Cuando eres capitán te toca saber un poco más de la cuenta. Nosotros podemos dar nuestra opinión, una interpretación pero las decisiones son de otros. Cuando hay decisiones institucionales, nos debemos quedar al margen. No ha sido nada agradable. A nivel personal fue un momento muy delicado. Sentimos que Julen será parte de lo que hagamos en el Mundial pero España está por encima», insistió.

Ramos, que hace 8 años ya lució el brazalete en La Roja por primera vez, tenía claro el discurso que debía pronunciar para cerrar filas en torno a Hierro y en la búsqueda del título. «Cuando vienen problemas es una oportunidad para crecer. Todo lo que ha pasado nos sirve para estar más unidos que nunca. Nada nos va a cambiar. La ilusión de un país no va a estar por encima de un nombre. No hay ninguna grieta en el vestuario. La idea no ha cambiado y es ir a por el Mundial. Nada lo va a cambiar. Hay que pasar página y nadie mejor que Hierro para cubrir la baja de Julen. Es uno de los idóneos para estar aquí y ojalá podamos hacer una selección como antes».

«Buscan fama y notoriedad»

Insistió en dejar atrás lo sucedido, porque «no es bueno estar recordando esto constantemente. Tenemos enfrente a Portugal, en un complicado estreno en el Mundial. Hay que encarar el partido como si fuera el último. Esperamos estar a la altura y que lo ha sucedido no nos sirva de excusa. No tenemos que valorar lo que hacen otros. Debemos dejar todo al margen, no hay ninguna grieta. Nos toca lo deportivo y sólo podemos hacer algo en el terreno de juego. Ya lo explicaron tanto el presidente como Julen. Hay que cerrar el tema. Cuando acabe el Mundial que cada cual diga lo que quiera», avisó dejando la puerta a una futura intervención respecto al tema.

Le tocará enfrentarse a su compañero Cristiano Ronaldo, al que eliminó en 2010 y en 2012, la noche que marcó un penalti a lo Panenka para matar los demonios del marrado meses antes frente al Bayern. «Mañana no le deseo ningún bien. Prefiero tenerlo a favor que no en contra. Es grandioso y un peligro constante. Con él la alarma se enciende de manera permanente, pero no sólo por Cris y sí por todos los compañeros que tiene, que han conseguido formar un bloque notable».

Ramos cree que todos aquellos que le critican por lesionar a Salah, y no ir a visitarlo, lo que buscan es «fama y notoriedad». Afirma estar «muy tranquilo, con la conciencia muy tranquila. El que tenga duda de mí, que mire el curriculum», zanjó. Por último, antes de irse quiso animar a los periodistas presentes con una frase lapidaria: «Quiero terminar esta rueda de prensa con una sonrisa porque parece que estamos en un tanatorio y mañana empezamos el Mundial». En este torneo buscará quitarse una espina: aún no ha logrado marcar un gol en una fase final. Ni siquiera de penalti, ya que marró uno decisivo contra Croacia en la última Euro, que podía haber sido el 2-1, y otro en la final de la Confederaciones. Si hay uno veremos si se anima a lanzarlo. El especialista elegido por Lopetegui era Silva pero Ramos, el patriarca, no teme a nada...

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