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La Real se deprime en Rusia
Fase de grupos | Jornada 2

La Real se deprime en Rusia

Los errores condenan al conjunto 'txuri-urdin' a su cuarta derrota consecutiva ante un Zenit pragmático y efectivo

miguel olmeda

Jueves, 28 de septiembre 2017, 01:49

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Poco o nada tiene que ver esta Real Sociedad con la que debutó hace apenas dos semanas en la Liga Europa recibiendo al Rosenborg. Por aquel entonces el conjunto ‘txuri-urdin’ encabezaba el campeonato doméstico invicto y como máximo goleador, y el 4-0 al combinado noruego no hizo más que disparar los ánimos en Anoeta. Desde ese día, todo han sido derrotas: 1-3 le endosó el Madrid, 3-0 el Levante y 2-3 el Valencia. Una racha que ya es la peor desde que Eusebio Sacristán cogiera las riendas del equipo donostiarra en noviembre de 2015 y que ha hecho saltar las alarmas en Zubieta.

Primero, porque el conjunto realista es el cuarto que más encaja en la Liga, con 13 goles en contra que le alejan de los cada vez más codiciados puestos europeos. Segundo, y más urgente, porque las dudas llegan a las puertas del envite más complicado de la fase de grupos de la Liga Europa, el desplazamiento a San Petersburgo. Visto el pobre nivel de Rosenborg y Vardar (recibió un 0-5 en la jornada inaugural), la única duda reside en si será el Zenit o la Real el campeón de grupo, y media ecuación quedará despejada en el duelo entre ambos en el Estadio Krestovski.

Qué mejor que una noche importante para que el conjunto ‘txuri-urdin’ se reencuentre con su identidad. «El partido ante el Zenit es una oportunidad para disfrutar, para ganar, para intentar reivindicar nuestra posición y para recuperar la dinámica de las victorias», asegura el presidente donostiarra, Jokin Aperribay. Todo pasa, principalmente, por reforzar la parcela defensiva, esa que le ha costado a la Real tres goleadas en contra consecutivas. Para ello, Eusebio recupera a dos efectivos importantes en el eje de la zaga como son Raúl Navas –lesionado ante el Villarreal en la segunda jornada– y Diego Llorente –expulsado ante el Levante en Liga–. No así a Iñigo Martínez, que continúa sin ejercitarse junto al resto de sus compañeros desde hace dos semanas.

Tampoco ha viajado a Rusia el mexicano Carlos Vela, lesionado sorprendentemente en la rodilla cuando se entrenaba en Zubieta con los no convocados para el último encuentro liguero; pero sí que lo ha hecho Mikel Oyarzabal, que tras recuperarse de sus problemas físicos apunta al once en el que supondrá su debut en la Liga Europa.

Un Zenit albiceleste

Enfrente, la Real tendrá a un Zenit que lidera con puño de hierro la Premier League rusa: tras once jornadas aventaja en cuatro puntos al Lokomotiv de Moscú, segundo clasificado, y en seis al Krasnodar, tercero. Dirigido por el italiano Roberto Mancini, el equipo de San Petersburgo dista mucho de aquel que en 2008 ganó la Copa de la UEFA repleto de jugadores locales: Arshavin, Denisov, Zyrianov, Pogrebnyak, Malafeev… Sólo queda el lateral Anyukov, resignado a un papel residual a la sombra de Ivanovic.

Tampoco quedan apenas vestigios del plantel que trato de dominar a golpe de talonario. Ni Danny –35 millones–, ni Hulk –60 millones–, ni Witsel –40 millones–, continúan en la antigua capital zarista. Sin embargo, Mancini se ha rodeado de futbolistas jóvenes argentinos –hasta cinco fichó el pasado verano– y los ha acompañado de algunos de los mejores talentos rusos como Dzyuba, Kokorin, Poloz o Erokhin. Una fórmula que hasta la fecha le funciona a la perfección en el campeonato local, donde no conoce la derrota. ¿Y en Europa? No tanto: a punto estuvo de caer eliminado por el Utrecht en la fase previa, aunque todavía no se ha enfrentado a un rival serio de verdad. La Real, obligada, será el primero.

A perro flaco todo son pulgas, dice el refrán, y la Real Sociedad es a día de hoy un cánido delgadísimo. El conjunto ‘txuri-urdin’ visitaba San Petersburgo en su peor momento desde la llegada de Eusebio Sacristán allá por 2015, tras encadenar tres derrotas en Liga, y el técnico vallisoletano se jugó el primer órdago antes de que empezara el partido: ni Illarramendi, ni Oyarzabal, ni Willian José estaban en el once. Por supuesto, perdió la apuesta. Como también perdería 90 minutos más tarde el duelo por el liderato de grupo ante el Zenit, un equipo ruso con pasaporte argentino y carácter italiano, sello de su entrenador, el sempiterno Roberto Mancini.

Zenit

Lunev, Ivanovic, Mammana, Mevlja, Criscito, Paredes (Dzyuba, min. 88), Kranevitter, Kuzyaev, Rigoni (Erokhin, min. 73), Kokorin y Driussi (Poloz, min. 80).

3

-

1

Real Sociedad

Real Sociedad: Rulli, Odriozola, Elustondo, Llorente, De la Bella, Rubén Pardo (Illarramendi), Zurutuza, Xabi Prieto (Juanmi, min. 64), Januzaj, Canales y Bautista (Willian José, min. 60).

  • goles 1-0: Rigoni, min. 5. 2-0: Kokorin, min. 24. 2-1: Llorente, min. 41. 3-1: Kokorin, min. 60.

  • árbitro Andre Marriner (Inglaterra).

  • incidencias Partido de la segunda jornada del Grupo L de la Liga Europa disputado en el Estadio Krestovski de San Petersburgo.

La Real se llevó el primer jarro de agua fría cuando no habían transcurrido ni cinco minutos de partido. Rubén Pardo, novedad en el mediocentro, regaló el balón a Driussi en la frontal de su propio área acusado por la presión, y el argentino encañonó a Rulli con un zurdazo raso. El 1-0 trajo consigo un exagerado repliegue del Zenit y el consiguiente dominio del esférico del conjunto ‘txuri-urdin’. Dominio estéril, por otra parte, y que se prolongaría durante la primera mitad.

Más todavía cuando en el ecuador de la misma Kokorin duplicó la ventaja del combinado ruso, al alimón con Gerónimo Rulli. El guardameta platense salió de su área para despejar un envío largo, no midió el bote del balón, y cuando quiso darse cuenta ya estaba recogiéndolo de sus propias redes. Un gol que estará sin duda entre los más ridículos a final de temporada.

Se barruntaba en el Krestovski el tercer tanto del Zenit con dos cabezazos de Driussi, uno de ellos al larguero, cuando la Real achicó distancias en el marcador. Diego Llorente firmó el 2-1, su cuarto de la temporada, en un saque de esquina que lanzó en corto Xabi Prieto y colgó a la cazuela, con veneno, Sergio Canales. Tras años de operaciones de rodilla, el cántabro no pierde un ápice de calidad en su zurda.

El gran problema de esta Real Sociedad es que, defensivamente, es un castillo de naipes: basta una leve brisa para derribarlo. Cada ofensiva del Zenit amenazaba con acabar en el fondo de la red, y si bien Rigoni no fue capaz de embocar al filo del descanso un pase de la muerte de Driussi, tras el paso por los vestuarios fue de nuevo Kokorin quien acertó ante la meta de Rulli. La jugada fue, como casi todas las del equipo ruso, muy poco elaborada. No se necesita más para hacerle daño al combinado que dirige Eusebio. Paredes lanzó desde la medular al costado derecho, Ivanovic colgó el balón al corazón del área y el ‘9’ del Zenit cabeceó a la escuadra.

Saltaron al verde Illarramendi, Juanmi y Willian José, demasiado tarde incluso para recortar distancias, y hasta estuvo más cerca el 4-1 que el 3-2. De no ser por Rulli, que se redimió de su error anterior deteniendo un remate a bocajarro de Kokorin –quién si no-. Tras una nueva derrota encajando tres goles, la Real vuelve a San Sebastián sumida en una profunda depresión y sin apenas tiempo de lamerse las heridas, pues en menos de 72 horas (el domingo a las 12) recibe al Betis en Anoeta.

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