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Viernes, 9 de octubre 2015, 00:40
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Todos aquellos que asistieron esta noche de jueves al Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid podrán llevarse una experiencia increíble, que no suele producirse muy a menudo, y que acabó convirtiendo el encuentro entre el Real Madrid de baloncesto y los Boston Celtics en una noche "mágica e inolvidable", como el propio público la definió.
De hecho, se trataba de un choque que tuvo su última edición hace la friolera de 27 años, con los mismos protagonistas y... ¡El mismo resultado! Para muchos "casualidad" y para otros una gran sospecha de "tongo". Pero, sea como fuere, lo cierto es que el resultado fue idéntico al que dejó la visita de los Celtics que por aquel entonces lideraba Larry Bird (96-111).
El destino quiso que el marcador mostrara las mismas cifras que aquella inolvidable noche de 1988, para que -de nuevo- el Madrid, que aguantó hasta el tercer cuarto, mantuviera su orgullo intacto y los Celtics no salieran avergonzados. Un resultado que dejó satisfechos a todos y que puso el sello a un espectáculo muy especial.
Especial, no sólo para los asistentes, sino también para los jugadores, en especial uno de ellos: Jaycee Carroll, que había reconocido -previamente al partido- que la franquicia de Massachusetts es el equipo de su padre.
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