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ALMERÍA
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Domingo, 29 de abril 2018, 02:12
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El objetivo con el que Unicaja Almería inició la temporada que terminó, desafortunadamente, el pasado viernes con la derrota frente a CV Teruel, era jugar todas las finales posibles. Arrastrado por la ausencia de conquistas en la pasada -disputó la final de la Supercopa de España y la de la Superliga, ambas con derrotas ante CV Teruel, primero, y Ca'n Ventura, después-, en la 2017/18 solamente iba a poder estar en la disputa de los títulos considerados como 'mayores'. Pero para cualquier deportista, sea la categoría en la que compita, es complicado el consuelo. Si se trata de Unicaja Almería, un equipo que lleva impregnado en gen ganador, el convencimiento ante tales pérdidas es todavía más difícil de lograr.
De todas formas, es indudable que, en la pelea, el equipo ha tenido un comportamiento irregular que le ha conducido a firmar el 'peor' tramo desde que en la temporada 1994/95, el 8 de abril de 1995, ganara su primer título. Los blanquiverdes superaban a Pepsi Gran Canaria, en el Pabellón Municipal de El Ejido, con parciales 15-11, 15-1 y 17-16, para empezar una unión que nunca, desde entonces, ha tenido vías separadas en lo que a la obtención de triunfos se refiere.
El caso es que el pasado viernes se cerró otra temporada 'horribilis', en la que se ha pagado caro la confección de una plantilla a la que le ha faltado continuidad en la pista, puede que marcada por las lesiones de jugadores importantes. La más destacada la de un Israel Rodríguez que se lesionó en enero de 2017, que tuvo que pasar por el quirófano y su ausencia fue de tal importancia que queda demostrada con lo que dio al equipo con su presencia.
El sevillano solo pudo jugar la semifinal de la Superliga, frente al Urbia Voley Palma, y permitió al equipo jugar de otra forma, porque habilitó en ataque a un Jorge Almansa que ha sido el jugador más destacado de los blanquiverdes en el tramo final de la temporada, ante la ausencia de un líder que, en esa faceta, diera al equipo el plus necesario para crecer.
Lo cierto es que el rendimiento del equipo no ha sido el esperado. Al margen de las lesiones, que se han notado en el tramo final, sobre todo, con la también baja de Chema Castellanos, que se 'rompió' en Teruel e impidió que fuese un recambio cuando las cosas no funcionaban. De todas formas, el problema ha estado en la inestabilidad mostrada por el equipo blanquiverde, incapaz de mantener una regularidad en su juego, le ha faltado constancia. Solo en la semifinal de la Copa del Rey, disputada en Soria frente a Urbia Voley Palma, se vio la verdadera imagen que se pretendía, pero cayó al día siguiente del mismo modo que en los tres partidos de la serie final, ante un CV Teruel que sí ha sido constante en su rendimiento y que logra un triplete tan histórico como el conseguido por los blanquiverdes en la temporada 2015/16. El segundo en la historia del voleibol nacional, tras el logrado años antes por el 'segundo' Son Amar de la historia, que solo tiene que ver con el primero el sponsor, pero no la razón social porque el mítico equipo balear de la década de los 80 y 90 nació del CV Palma, mientras este emergió del Festival Park-CV Portol.
El caso es que toca hacer balance de un equipo que no ha conseguido ganar ninguno de los seis partidos disputados frente a CV Teruel. Este consiguió la victoria en los dos tie breaks disputados -ganó en Almería, en la fase regular y el segundo de la final-, ganó por 3-1 el segundo partido de la fase regular, en Los Planos, y el del viernes, que le valió para conquistar el título, y por 3-0 la final de la Copa del Rey, celebrada en Los Pajaritos.
Lo ha hecho consiguiendo 23 victorias en los 31 partidos de que ha constado la temporada. En la fase regular de la competición, el equipo almeriense sumó 18 victorias, de las que catorce fueron por 3-0, dos por 3-1 y otras tantas en el tie break. Esa ruleta rusa le dio tres puntos, pero por idéntico número de derrotas y perdió un partido por 3-1. Nadie, en la fase regular, consiguió que Unicaja Almería se marchara de vacío. Cosa que sí hizo en el playoff por el título, tanto en semifinales -Urbia Palma ganó el tercer parido en Almería por un contundente 0-3 y CV Teruel comenzó la serie final con otro 'vapuleo' en Los Planos-. El 3-0 a favor se dio también en la Copa, frente a Palma, y lo encajó en la final frente a Teruel. El torneo copero comenzó con dudas, como casi toda la temporada, con una victoria por 3-2 frente al Barça.
Como queda dicho, Unicaja Almería nunca ha pasado dos temporadas en blanco desde que saborea títulos. La primera temporada, la 1994/95 deparó el primero, la histórica Copa del Rey de El Ejido, con Rafa Pascual que sumó su único título en España con los blanquiverdes. La siguiente temporada se inició con la Supercopa ganada a Soria en el Rafael Florido. Liga y Copa del Rey se han simultaneado en el tiempo, cuando no han coincidido, como aquel histórico 1997/98 en la que se sumó el subcampeonato europeo, algo que, desafortunadamente, para el voleibol español es irrepetible, tal y como está la actual situación en el voley nacional. De hecho, tan solo lo sucedido en la temporada 2007/08, en la que fue finalista de Liga, frente a Drac Palma-CV Portol, y Copa del Rey, frente a Numancia Caja Duero de Soria, impide que los blanquiverdes siempre cantaran victoria, aunque fuese una, hasta llegar a dos temporadas aciagas. La 2016/17, en la que perdió la Supercopa de España, el 7 de diciembre de 2016 en Los Planos, frente a Teruel, y cayó en la Superliga frente a un muy superior Ca'n Ventura Palma.
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